El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, informó esta tarde que carabineros podrá volver a utilizar, desde hoy, bombas lacrimógenas para controlar manifestaciones. De acuerdo a un informe entregado por el Ministerio de Salud se determinó que la composición de estos gases no son dañinos. La medida levanta la orden de suspensión de su uso anunciada el pasado 17 de mayo.

"Hoy día puedo informar que efectuados los estudios comprometidos, los gases lacrimógenos utilizados por Carabineros en las concentraciones, no tienen efectos abortivos, ni causan problemas para la salud. En consecuencia, como en muchas partes del mundo, pueden y deben ser utilizados para resguardar el orden público frente a disturbios y manifestaciones violentas", afirmó Hinzpeter.

Es decir, Carabineros podrá utilizar gases disuasivos a partir de esta tarde, si hubiesen disturbios, en la marcha organizada contra HidroAysén que se llevará a cabo a partir de las 19.30 en el centro de la capital.

"Desde esa perspectiva, me he reunido con el director general de Carabineros y le he puesto en su conocimiento esta conclusión y esta convicción a la que ha llegado el gobierno. Que es muy simple, los gases lacrimógenos que emplea Carabineros de Chile en la concentración empleada, que es 0,4 miligramos por metro cúbico, no tiene efectos abortivos ni causa daño a la salud de las personas", explicó.

ESTUDIOS
Hinzpeter explicó que este elemento es utilizado prácticamente por todas las policías del mundo, "de países como Alemania, Suiza, Japón, se lo adquieren al mismo proveedor internacional al que se los adquiere Carabineros de Chile. Estamos, en consecuencia, frente a un elemento perfecta y plenamente utilizado por distintos cuerpos de policía de distintos países del mundo que no produce los efectos dañinos que algunas personas sostuvieron en días pasados".

Para respaldar su decisión, el titular del Interior consignó que el gobierno se basó en diversos estudios.

"En primer lugar, a través de un estudio que se le solicitó a nuestro Ministerio de Salud, en segundo lugar a través de un estudio de la Federación de Científicos de Estados Unidos de Norteamérica, en tercer lugar a través de un estudio realizado a través del equivalente a la Asociación Chilena de Seguridad de los Estados Unidos, y finalmente a través de la comprobación de su utilización por distintas otras policías del mundo con quienes hemos confirmado los antecedentes que disponen respecto de que no se trata de elementos nocivos para la salud", dijo.

"Finalmente, le hemos solicitado a la compañía que produce estos gases lacrimógenos que nos extienda un certificado con toda la evidencia que ellos tienen, que también acredita que en su utilización por más de 60 años continuos no se han producido efectos abortivos ni se han producido daños para la salud", añadió.

"Nosotros adoptamos una medida de suspensión hasta concluir y formarnos una convicción de si se trataba o no de gases que podían producir aborto o daño a la salud de las personas", señaló.