El alcalde de Hiroshima, Tadatoshi Akiba, instó hoy a la abolición global de las armas nucleares durante la ceremonia de conmemoración del 64 aniversario del lanzamiento de la bomba atómica en esta ciudad del sur de Japón.

"Apoyamos al Presidente (Barack) Obama y tenemos la responsabilidad moral de abolir las armas nucleares", dijo Akiba frente a las miles de personas congregadas hoy en el Parque de la Paz de Hiroshima, según la agencia local de noticias Kyodo.

"Por esto, nos autodenominamos a nosotros y a la mayoría del resto del mundo como 'Obamayoría', e instamos a unir las fuerzas para eliminar las armas nucleares para 2020", dijo el japonés, que es además presidente de la asociación Alcaldes por la Paz.

El alcalde de la localidad catalana de Granollers, Josep Mayoral i Antigas, que será nombrado próximamente como vicepresidente de Alcaldes por la Paz, participó hoy también en este acto, que según dijo, sirve también para recordar otros ataques aéreos contra población civil, como el que sufrió su localidad en 1938, que dejó 224 muertos.

"El daño de este tipo de acontecimientos está vivo y se transmite de padres a hijos. Queremos recordar a toda la gente que ha perdido la vida de la manera más indignante", dijo Mayoral.

Alcaldes por la Paz, que cuenta con la participación de más de 3.000 ciudades de 134 países entre ellas 211 localidades españolas y 55 latinoamericanas, pretenden conseguir un mundo libre de armas nucleares para 2020.

Durante la ceremonia de conmemoración, se guardó un minuto de silencio a las 8.15 de la mañana hora local (23.15 GMT del miércoles), la misma hora en que tal día como hoy hace 64 años Estados Unidos lanzaba la bomba atómica sobre la población civil, causando la muerte de cerca de 140.000 personas al finales de 1945.

No obstante esta cifra ha ido ascendiendo hasta superar actualmente los 258.300, debido a enfermedades causadas por la radiación.

El primer ministro japonés, Taro Aso, participó en esta ceremonia y posteriormente firmó un acuerdo en el que reconoce oficialmente a 306 personas que sufren enfermedades derivadas de la radiación como víctimas de las bombas nucleares, algo que las asegura medidas de alivio aún sin especificar.

Al acto asistió asimismo el nicaragüense Miguel d'Escoto Bockmann, presidente de Asamblea General de las Naciones Unidas y sacerdote católico, que pidió perdón a las víctimas de Hiroshima porque el piloto del Enola Gay que lanzó la bomba sobre la ciudad japonesa era católico.

"En el nombre de mi Iglesia, pido vuestro perdón", dijo d'Escoto durante la ceremonia.

Cerca de 235.569 personas sobreviven en Japón a las bombas atómicas de Hiroshima y la lanzada tres días después en Nagasaki, 8.123 menos que el año pasado, según datos del Ministerio de Sanidad nipón.