Por los pasillos del European Film Market, uno de los eventos profesionales más importantes de la industria del cine mundial, se vio a Andrés Wood, a Alejandro Fernández, a Juan de Dios Larraín y a una cincuentena de chilenos que llegaron hasta acá buscando coproductores y agentes de venta para sus películas. La oferta fue variada e incluyó desde filmes basados en hechos reales hasta películas de terror, partiendo por The monster within, de Rodrigo Susarte, director de la serie Gen Mishima, quien en esta cinta de horror narra la historia de un padre y su hija que se ven envueltos en extraños crímenes vinculados a una supuesta bruja en el sur de Chile.
La película fue una de las dos chilenas elegidas para formar parte del Berlinale Coproduction Market, -instancia de coproducción organizada por el festival que concluyó ayer, junto a Blanquita, de Fernando Guzzoni, inspirada en el caso de Gema Bueno. "Nos fue bastante bien, estuvimos en reuniones con muchos coproductores y fue muy positivo. Es una ventana interesante, porque de 400 proyectos, seleccionan 36", cuenta Florencia Larrea, productora de Forastero, empresa que, además de The monster within, trajo en carpeta Tengo miedo torero, dirigida por Rodrigo Sepúlveda, protagonizada por Alfredo Castro y escrita en 2011 por Pedro Lemebel, en base a su novela homónima. El proyecto, cuenta Larrea, interesó a varios productores extranjeros.
En la misma senda de The monster within, la coproducción entre Chile, Uruguay y Argentina El tema del verano, del uruguayo Pablo Stoll (Whisky), también producida por Forastero, explota el cine de género para contar una historia de zombies. El terror parece estar de moda, y otra prueba es La fosa, el nuevo trabajo de Pablo Illanes, que su productor, Sebastián Freund, de la compañía Demente, describe como "una película de terror clásico" sobre una casa embrujada en la que se cometieron crímenes feroces durante la dictadura. "Estamos en las últimas correcciones del guión, la idea es coproducirlo con Argentina y el casting tendrá actores conocidos", adelanta Freund.
Los casos verídicos
Varios proyectos abordan hechos reales: Araña, de Andrés Wood, se centra en la vida de una pareja de militantes del Frente Nacionalista Patria y Libertad; Túnel 49, de David Albala, protagonizada por Roberto Farías y Mario Horton, se adentra en la fuga de 49 presos de la ex Cárcel Pública de Santiago en 1990; mientras que Amapola roja, de Pablo Berthelon, narra la historia de Rosita Serrano, la cantante chilena favorita de los nazis. "Vamos a rodar el 80% en Alemania y el 20% en Chile.
El rodaje está pensado para finales de 2018 y el presupuesto de 2,5 millones de dólares. Estamos en negociaciones muy avanzadas con dos productora alemanas", cuenta el director.
La película está hablada en su totalidad en español, tiene de protagonista a Javiera Díaz de Valdés, Diego Casanueva y Consuelo Holpzafel, y sucede al documental Rosita, la favorita del Tercer Reich, que en 2012 dirigió Berthelon, sobrino de Serrano. El cineasta también llegó al mercado de la Berlinale con Partir de cero, una ficción que aborda el tema de la inmigración en Chile a partir de un protagonista que llega desde Perú buscando a su padre.
Perkin, en tanto, de la productora Maltrato Films, se convertirá en el debut como cineasta del actor Roberto Farías. "Es una película que retrata a la clase trabajadora chilena con crudeza y honestidad. Está en etapa de postproducción y estamos buscando agentes de venta y estrenos", cuenta su productor, Sebastián González.
La cinta está protagonizada por Sebastián Leyseca, Aldo Labarra, Eduardo Sepúlveda y Willy Benítez, y cuenta un día en la vida de cuatro amigos que recorren el centro de Santiago para gastar el dinero de una gratificación que uno de ellos recibió de su jefe. "Existe un personaje que está remotamente inspirado en la vida de Roberto, aunque no es la premisa de la película", explica González.
Por su parte, la productora Fábula, de Pablo y Juan de Dios Larraín, trajo dos proyectos de directores jóvenes de los que prefieren no hablar aún por estar en etapas muy tempranas: Will Willis, de Gaspar Antillo, y Tommy Price, de Sebastián Radic, filme que el director ha descrito como "una biografía bien roquera", una "película 'taquilla' pero con contenido", ambiciosa y "scorseseana".
Chile llevó en total más de 50 proyectos en busca de socios extranjeros, varios de los cuales se discutieron en el stand que el país tiene en el mercado, un espacio diseñado y gestionado por CinemaChile, con el apoyo de ProChile. La mayoría de los participantes dicen haber tenido una buena recepción en Berlín y afirman estar en conversaciones para concretar algún tipo de apoyo.
"Este año fue muy provechoso para la delegación en las diferentes instancias de comercialización, financiamiento, ruedas de negocios y encuentros de la Berlinale. Estamos muy orgullosos como país de ser capaces de poner a disposición de la producción nacional plataformas para internacionalizar nuestro cine", afirma Constanza Arenas, directora ejecutiva de CinemaChile.