Es un trabajo difícil y peligroso. Requiere constante preparación porque no hay mucho margen de error y, además, es poco rentable. De hecho, es casi una norma que quienes lo hacen deban tener una segunda ocupación para poder mantener a sus familias. Así es ser un piloto de acrobacias, un oficio que retrata la serie documental de ocho episodios Airshow: Pilotos extremos, el espacio que debuta el lunes 4 a las 21.00 horas en el canal History (42 VTR y 354 Movistar).
"Para mí, es la máxima libertad el poder subir a un avión y hacer cosas increíbles con él que desafían las leyes de la física y la gravedad", cuenta a La Tercera el piloto "Super" Dave Mathieson, quien lleva 27 años en esto. "Es un trabajo muy demandante, soy el único piloto de acrobacias a tiempo completo en Canadá y es un negocio difícil, pero realmente disfruto sus retos", añade.
Es por eso que este ex piloto comercial entrena cada día y tiene una un plan B: usa lo que él llama un "observador de seguridad". Eso implica que alguien siempre está en contacto con él a través de una radio y le avisa si sus maniobras podrían terminar en un accidente. "Este es mi plan de seguridad, si cometo un error, no voy a salir herido", explica. Además, comenta: "Debes dedicar mucho tiempo y dinero para el mantenimiento de tu avión, seguir intacta la rutina que estás haciendo esa temporada y practicarla cada día".
Salir de la quiebra
Marcus Lemonis también se la pasa volando de un lugar a otro, pero lo hace por otra razón. Este millonario y poderoso empresario -con firmas de 6.000 empleados- es el protagonista de El socio, un programa que debuta el martes 5 a las 21.00 horas y muestra cómo Lemonis intenta sacar de la quiebra a diferentes compañías. Para esto, se concentra principalmente en el personal: "El elemento humano es la única cosa que me importa y si inviertes en buen personal, un buen producto y un buen proceso, seguramente vas a hacer dinero".
Para Lemonis, esta labor va más allá del simple afán de ganar dinero: "Todos tenemos diferentes propósitos en la vida, ¿cierto? Siento que ayudar a empresas pequeñas y pasar 275 días del año fuera de mi casa y haciendo sacrificios tienen un propósito. Yo creo que mi propósito es educar gente a través de mis experiencia con los negocios, y mientras yo siga aprendiendo lo haré el resto de mi vida".