Tal como los varones hace unos días, la selección femenina de hockey césped dejó ir, por la vía de los penales, la opción de seguir avanzando en el camino a los Juegos Olímpicos, a través de la World League.
Las Diablas enfrentaban a Canadá, en una de las semifinales de la ronda mundial del torneo, en Dublín. El partido terminó 0-0 y, en la ronda de shootouts, las norteamericanas ganaron 5-4.
Pero ese no es el único paso atrás que sufrieron las Diablas. La World League es uno de los caminos hacia los Juegos de Río. Pero, para eso, es fundamental alcanzar la tercera fase mundial. Quedar fuera en la segunda, entonces, casi sepulta las aspiraciones nacionales.
La norma indica que los dos finalistas de Dublín pasan de ronda, pero también el mejor tercero, y ahí Chile, de acuerdo al técnico nacional Ronald Stein, tiene una desventaja injusta. Ese mejor tercero se define por el ranking mundial. Chile es 20º, y Azerbaiyán, tercero en la World League de Uruguay, es 19º. Por ese lugar por delante de las Diablas, el país eurasiático clasificó.
"Eso es complejo, algo que debemos atacar de manera formal con la IHF. Las selecciones europeas tienen una valoración muy alta al estructurar el ranking mundial. América se merece mejor ponderación", declara Stein.
El camino a Río no está cerrado para las Diablas, pero sí es complicado: la única opción es conseguir la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Toronto, en julio, un certamen donde estará nuevamente el local, Estados Unidos y, las favoritas, Argentina. Ni siquiera un segundo puesto sirve, pues si las listas corren, se llenarán con equipos de la segunda fase de la World League.