Roy Hodgson, que en la noche del lunes presentó su renuncia a continuar al frente de la selección inglesa, tras perder contra Islandia (1-2) se mostró este martes contrariado por tener que dar una rueda de prensa antes de que el equipo parta hacia Londres.

"Realmente no sé lo que estoy haciendo aquí. Pensé que mi declaración de ayer por la noche fue suficiente", dijo Hodgson, que compareció ante la prensa en la concentración inglesa en Chantilly, junto al jefe ejecutivo de la FA Martin Glenn.

"Ya no soy el seleccionador de Inglaterra, mi tiempo ha pasado, pero me dijeron que era importante para todo el mundo que yo estuviese y supongo que es porque la gente aún está dolida por la derrota que nos obligó a dejar el torneo. Supongo que alguien tiene que estar aquí para recibir todos los dardos que se lancen", dijo visiblemente enojado.

Hodgson, que tras concluir el encuentro contra Islandia leyó un comunicado y no admitió preguntas, explicó este martes que no vio venir la hecatombe.

"Es obvio que estoy muy decepcionado. No vi venir la derrota. Nada en los tres primeros partidos me dio ninguna pista de que pudiéramos jugar tan mal como lo hicimos ayer", dijo.

El ex seleccionador inglés afirmó que aún se está recuperando del varapalo. "Se puede entender lo frágil que estoy hoy. No fue una buena noche para nadie, porque queríamos seguir en el torneo y hacerlo bien. Pienso que si hubiésemos llegado a cuartos podríamos haber llegado lejos. Creo que cualquiera que sepa algo de fútbol, entenderá cómo me siento hoy", añadió.

Preguntado por qué le obligaron a dar la última rueda de prensa, Hodgson afirmó: "No me obligaron. Quería que en esta sala nadie me pudiese acusar de estar asustado por hacer frente a los medios de comunicación. Nunca he eludido una conferencia de prensa, nunca he huido de nadie, he respondido a las preguntas durante cuatro años. Sostengo que soy infeliz por ello, porque ya no es mi trabajo", agregó.