Tras escuchar a la fiscalía peruana que lo culpa de homicidio calificado de una joven universitaria, Joran Van der Sloot, de 24 años, dijo que deseaba admitir la comisión del delito, lo que implica una reducción de la pena.
"Quiero acogerme a la confesión sincera, pero no estoy de acuerdo con todos los agravantes que me ha puesto el ministerio público", dijo el holandés presunto asesino de Stephanie Flores, preguntando luego si le podían dar tiempo para pensarlo. La corte peruana aceptó la petición del imputado y programó una nueva audiencia para el 11 de enero.
La fiscalía ha pedido una condena de 30 años de cárcel para el joven por homicidio calificado y hurto simple por el asesinato con "crueldad" de Stephany Flores (21) en el 2010. Se le imputa de haber matado a gopes a la mujer, en el cuarto del hotel en el que él se alojaba en Lima, después de haber estado jugando juntos en un casino cercano.
El holandés también es el principal sospechoso de la desaparición de la estudiante estadounidense Natalee Holloway en Aruba en 2005. Su cuerpo no ha sido encontrado.
Ricardo Flores, padre de la joven peruana asesinada, declaró el que la familia intervendrá en el juicio para desvirtuar la acusación fiscal, con la que no están de acuerdo. Los Flores buscan que Van der Sloot sea acusado de robo seguido de muerte, con lo que podría ser condenado a cadena perpetua. "La idea es poder desvirtuar la acusación fiscal que no corresponde a los hechos. Esperemos que a lo largo de este proceso nuestros abogados puedan demostrar los verdaderos móviles para el asesinato de mi hija", declaró Flores antes de iniciarse la audiencia.