Hollande cumple este martes 100 días de gobierno con mermada popularidad
Aunque su nivel de aceptación sigue estando por sobre el 50%, algunas encuestas muestran que más de la mitad de los sondeados está descontento con la gestión del mandatario galo, en estos tres últimos meses, y un 46 % satisfechos, detalla Le Figaro.
Este martes el Presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, cumple 100 días en el poder, con su popularidad algo mermada por las dudas sobre su capacidad de afrontar una crisis que se está mostrando más profunda que el escenario contemplado oficialmente.
Aunque su nivel de aceptación está en 55% según la última de las encuestas periódicas del instituto demoscópico TNS Sofres, otro estudio de Ifop para el diario conservador Le Figaro muestra que un 51 % de los interrogados están descontentos con su acción en estos tres últimos meses, y un 46 % satisfechos.
De cara al futuro, ese escepticismo queda corroborado con un 51% de los franceses que no tienen confianza en él para encontrar soluciones a la crisis de la zona euro con los otros países de la moneda única, un 60% que lo ve incapaz de reducir la deuda y el déficit público y un 62% que no espera que luche eficazmente contra la inmigración clandestina.
El jefe del Estado francés, que ayer celebró su 58 cumpleaños en el Fuerte de Bregançón, en la Costa Azul (sureste de Francia), donde pasa unos días de vacaciones, podría volver a París a finales de semana para preparar el primer Consejo de Ministros tras la pausa estival el próximo 22 de agosto.
PIB
Pero antes de eso se conocerá una cifra que va a pesar sobre su acción en los próximos meses, y en particular sobre la posibilidad de ajustes: los datos del Producto Interior Bruto (PIB) del segundo semestre que se hacen públicos mañana.
Las perspectivas no son buenas, sobre todo porque la semana pasada el Banco de Francia en sus anticipaciones indicó que el país está entrando en recesión este verano, ya que ha calculado que el PIB bajó una décima en el segundo trimestre y hará otro tanto en el tercero.
El gobierno francés tuvo que corregir a la baja sus previsiones económicas a comienzos de julio tanto para este año (espera un crecimiento del 0,3 % en lugar del 0,4 % anteriormente) como para el próximo (subida del 1,2 % frente al 1,7 % anteriormente).
Si se confirman los augurios del Banco de Francia, el Ejecutivo probablemente tendrá que volverlas a modificar y traducirlo en medidas de ajuste que desafiarán las promesas electorales, y en particular la de hacer reposar los esfuerzos sobre los más ricos, que ha sido la línea en las decisiones tomadas antes de las vacaciones.
Hollande encuentra también una oposición de derecha que se reaviva, con críticas cada vez más directas a su acción en el conflicto sirio, la semana pasada por boca de su antecesor en el cargo, Nicolas Sarkozy, y hoy del exprimer ministro, François Fillon.
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