El presidente de Francia, François Hollande, consideró hoy que la vía política "ha fracasado" en Siria y aseguró que su Gobierno "asumirá sus responsabilidades" y dará apoyo militar a la oposición, incluso aunque no haya unanimidad en la Unión Europea para levantar el embargo de armas. 

"Debemos considerar que la solución política ha fracasado por ahora", señaló Hollande al término de la primera sesión de la cumbre europea que se celebra en Bruselas, en la que mañana planteará a sus colegas la necesidad de "ir más lejos" y abrir la puerta al envío de armas a los rebeldes. 

Según el presidente francés, no se puede aceptar que "una oposición que consideramos legítima, que está cada vez más organizada y que deja de lado a los extremistas, no tenga apoyo". 

Hollande aseguró que Francia, junto al Reino Unido, tratará de "convencer" al resto de socios para que se levante el embargo de armas que pesa sobre Siria y se abra la puerta a armar a los rebeldes cuanto antes.

El presidente galo fijó el próximo 31 de mayo, cuando vence el actual régimen europeo de sanciones, como plazo límite para tratar de lograr un acuerdo con los Veintisiete, algo que consideró "preferible". 

"Si hubiese un bloqueo de, imaginemos, uno o dos países (...) Francia asumiría sus responsabilidades", aseguró el jefe del Elíseo, confirmando que París y Londres están dispuestos a seguir adelante aún sin consenso europeo, tal y como había adelantado su ministro de Exteriores, Laurent Fabius.

Hasta ahora, una mayoría de los Veintisiete se ha mostrado reacia a facilitar la entrada de más armas en Siria, planteando entre otras cosas el riesgo de que caigan en manos de grupos radicales.

Hoy, Hollande aseguró que cuenta con "todas las garantías" de que las armas llegarían a "buen destino", es decir, a la coalición opositora que gran parte de la comunidad internacional ha reconocido como representante legítimo del pueblo sirio y no a grupos extremistas que operan en Siria.

Aseguró que la entrega de material militar se haría de forma "clara y transparente" e iría acompañada de "formación".

Hollande subrayó que Europa no puede seguir permitiendo la situación actual, en la que está "probado" que el régimen de Bachar al Asad "recibe armas y las utiliza", mientras la oposición se ve sometida al régimen de sanciones europeo que impide el envío de armamento.

Esa política de sanciones, aseguró, "podía entenderse en un momento en el que todos buscábamos negociación política", pero recalcó que esa vía no ha progresado por ahora y se impone la necesidad de otra opción.

Además, Hollande insistió en que esto no supone abandonar por completo la posibilidad de un fin negociado de la violencia, sino que, al contrario, la "presión militar" puede hacer esa vía "más creíble".

"La responsabilidad debe ser asumida", señaló, asegurando que Francia dará a la coalición opositora "los medios que demanda".

La canciller alemana, Angela Merkel, por su parte, se mostró dispuesta a abordar a nivel de los ministros de Exteriores de nuevo el embargo de armas a Siria, pero recalcó que se trata de "una ponderación muy complicada" para Alemania.

"Si Estados miembros, en este caso Reino Unido y Francia, tienen una valoración diferente (a la que se acordó en el reciente Consejo de Asuntos Exteriores), entonces los ministros estarán naturalmente dispuestos a volver a discutir este tema", señaló Merkel en la rueda de prensa posterior a la primera jornada de la cumbre europea.

Merkel admitió que aunque "es dramático ver tras dos años (de conflicto), el derramamiento de sangre" en Siria, los países tienen que "que tener cuidado de que la oposición del régimen de Damasco no reciba más armas de parte de los que tienen una postura diferente a Alemania", aunque no nombró a ningún país.