El Presidente francés, François Hollande, instó hoy a tomar decisiones sobre las necesidades de financiación de Grecia y sobre el acceso al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) de todo país que lo pretenda antes de fin de año.

"Se tomaron decisiones muy importantes en junio y ahora en la última cumbre, sobre el MEDE, la orientación del Banco Central Europeo, y el Pacto de Crecimiento y la Unión Bancaria", recordó Hollande al final de una reunión con varias organizaciones económicas internacionales en París.

"La zona euro está saliendo de la crisis que le ha afectado", declaró Hollande, quien recordó que persisten problemas relacionados con la "incertidumbre" y la "inestabilidad" en los países de la Unión Europea.

Pero insistió en que antes de que finalice 2012 habrá que tomar decisiones sobre Grecia y "sobre todo país "que quiera acceder al MEDE" y al mecanismo de compra de deuda del Banco Central Europeo, explicó.

Hoy mismo la Comisión Europea (CE) aseguró que no hay un calendario preciso para que Grecia y la troika cierren un acuerdo sobre los nuevos ajustes que se exigen al país mediterráneo para tener acceso al próximo tramo de la ayuda financiera concedida por sus socios.

Los ministros de Finanzas de la zona euro discutirán la situación griega en una videoconferencia el próximo miércoles y no se descarta que en ese encuentro pueda aprobarse ya un compromiso sobre el desembolso, aunque éste también podría posponerse, por ejemplo hasta la próxima reunión del Eurogrupo del 12 de noviembre.

Preguntado sobre la posición alemana, contraria a que los acreedores públicos renuncien a una parte de la deuda griega, Hollande evitó pronunciarse, y se limitó a señalar que en el marco de los trabajos de la troika y del Eurogrupo de noviembre "veremos las modalidades más eficaces".

El Presidente francés se reafirmó en su compromiso "ante los franceses y ante los europeos" para reducir el déficit público francés al 3 % del producto interior bruto (PIB) en 2013 y descartó negociaciones país por país con Bruselas para modificar las condiciones y darse más tiempo para el ajuste.

"Si hay una discusión, no será de un país con la Comisión, sino de los europeos" en conjunto, señaló antes de insistir en que por ahora de lo que se trata es de conseguir "el mayor nivel de crecimiento" económico.

A ese respecto, se negó a renunciar a su previsión de un crecimiento de la actividad en Francia del 0,8 %, un ritmo superior al que le auguran la mayor parte de las organizaciones internacionales.