El Presidente de Francia, François Hollande, confirmó hace pocos momentos al nuevo Primer Ministro que reemplazará a Jean-Marc Ayrault, luego de que éste anunciara su renuncia hoy. Su sucesor será Manuel Valls, hasta ahora ministro del Interior, informó el Mandatario a través de cadena nacional.

El nombramiento se da luego que el fin de semana el país galo viviera la segunda vuelta de las elecciones municipales, donde 155 alcaldías pasaron a ser encabezadas por la derecha conservadora, haciendo así que el socialismo perdiera el liderato político.

Este es el primer cambio que hay en el gabinete desde la derrota del oficialismo en los comicios locales.

UN DISCURSO LLENO DE PERDON Y PROMESAS

En un mensaje de siete minutos y en diferido, tras haber recibido horas antes la dimisión de Ayrault, Hollande le agradeció la "valentía y abnegación" con la que ha conseguido "restablecer una situación muy degradada" y dijo haber entendido el mensaje de "descontento y decepción" enviado por los electores.

"No (hay) suficiente cambio, no (hay) suficiente empleo, todavía (hay) demasiado paro, todavía (hay) demasiados impuestos, y todavía (hay) demasiados interrogantes sobre la capacidad de nuestro país para salir adelante. Es el mensaje que me han dirigido y que recibo personalmente", analizó el Presidente.
 
Hollande anunció que hoy se abre "una nueva etapa" con un gobierno "de combate" y más reducido -en el actual hay 38 ministros y ministros delegados- que dirigirá Valls con tres objetivos: devolver a Francia su fuerza económica, concentrarse en la justicia social y aumentar el poder adquisitivo de los franceses.

"Son las empresas las que crean empleo. La primera de las injusticias es el desempleo. Es decisivo para el futuro de nuestro país producir más, en Francia, y de forma diferente", añadió Hollande, que prometió una "disminución de impuestos" y de las cotizaciones que pagan los trabajadores "de aquí a 2017".
 
El Presidente de Francia, que en 2012 derrotó al conservador Nicolas Sarkozy, subrayó que "la recuperación del país es indispensable" y pasa por renovar el "aparato productivo", sanear las "cuentas públicas" y reconquistar la "influencia en Europa y en el mundo".

"Fiel a los compromisos antes de las elecciones, no olvido a quienes confiaron en mi y me eligieron", dijo el Mandatario, después de que su partido se viera netamente superado por el centroderecha en los comicios municipales, lo que supone una derrota histórica para el Partido Socialista.

Hollande dijo saber que la "situación era grave" y asumió "la total responsabilidad", al tiempo que preconizó una "mayor constancia en el rumbo" sin descartar "hacer las inflexiones necesarias, porque el único objetivo es el éxito de la República".

"Y lo conseguiré con este nuevo gobierno", concluyó Hollande, sin dar señales de posibles nuevos cambios en su gabinete.