Hollande, que la semana pasada regresó de 15 días de vacaciones de verano, enfrenta una economía que no ha crecido en tres trimestres, un creciente desempleo, un déficit comercial que aumenta y la tarea de presentar en las próximas semanas un plan para revertir un déficit presupuestario de más de 30.000 millones de euros para el año próximo.
Los desafíos podrían afectar el aumento de los bonos franceses que le ha permitido al país vender letras a rendimientos negativos por primera vez. Durante los primeros 100 días de gestión de Hollande, la prima exigida para tener deuda francesa a 10 años en lugar de los valores alemanes comparables cayó al nivel más bajo en más de un año. La tendencia ha empezado a revertirse.
"Los elementos fundamentales de Francia –el creciente desempleo, el aumento del déficit de cuenta corriente y el déficit presupuestario- no respaldarían sus bonos", dijo Jamie Stuttard, jefe de inversiones en bonos internacionales de Fidelity Investments en Londres, que administra US$1,6 billones. "Cuanto más caros sean los bonos franceses, más difícil se hace optar por la deuda gubernamental francesa".
El rendimiento francés a 10 años es de 2,07 %, cerca del récord de 2 % que se alcanzó el 3 de agosto y por debajo del 2,89 % del último día de operaciones antes de la elección de Hollande el 6 de mayo. Si bien la prima que Francia paga en relación con Alemania por tomar crédito durante una década cayó el 15 de agosto por debajo de los 60 puntos básicos por primera vez en más de un año, ahora vuelve a crecer y ayer era de 71 puntos básicos.
Refugio seguro Los valores del gobierno francés retornaron 0,29 % este mes luego de dar a los inversores 3,98 % en julio, cuando superaron a países AAA como Alemania, Finlandia y Holanda, según datos de Bank of America Merrill Lynch. Standard Poor's despojó a Francia de su calificación AA en enero.
La deuda soberana francesa se encareció en 2012, sobre todo desde la victoria de Hollande. El aumento se produjo en tanto el Banco Central Europeo reducía su tasa de interés principal a un bajo nivel récord y su tasa de depósito a cero en momentos en que la zona del euro se encontraba al borde de la recesión y los rendimientos de los bonos españoles e italianos trepaban por encima del 6 %.
Los inversores se sintieron atraídos por la estabilidad de Francia en relación con la llamada periferia de Europa y por la reiteración de Hollande de su objetivo de reducir el déficit presupuestario a 4,5 % del producto interno bruto este año y a 3 % el año próximo, mientras que fue de 5,2 % en 2011.
La deuda francesa es "rica en relación con los elementos fundamentales", dijo Padhraic Garvey, jefe de estrategia de deuda de mercados desarrollados de ING Bank NV en Ámsterdam. "El diferencial es vulnerable si hay un agravamiento de la situación periférica en las próximas semanas o meses".