El presidente francés, François Hollande, declaró durante una visita a Abu Dabi que actualmente hay 750 militares franceses en Mali, y que pronto serán más.
Se proyecta que el despliegue llegue a los 2.500 soldados, como parte de la ofensiva para expulsar a los jihadistas del país. Hoy las fuerzas francesas bombardearon la localidad de Diabali, en el oeste de Mali, tomada la víspera por combatientes islamistas.
Francia "seguirá teniendo fuerzas en tierra y aire", agregó el mandatario galo, a la espera de que una fuerza multinacional africana tome el relevo. Según Hollande, el despliegue de ésta "tomará alrededor de una semana".
Esta madrugada llegó a Bamako una columna de unos 40 vehículos blindados franceses desde Costa de Marfil, indicó un consejero militar de prensa.
Según éste, los vehículos se emplearán en los combates que se desarrollan desde el viernes entre el ejército maliense, apoyado por soldados de las fuerzas especiales, helicópteros y aviones franceses, y los islamistas armados.
La madrugada del martes la aviación francesa bombardeó la localidad de Diabali, a 400 km al norte de Bamako, y mató a varios jihadistas, según testigos.
El lunes, los combatientes islamistas habían pasado a la ofensiva en el oeste de Mali, apoderándose de esta ciudad. El ataque estaba dirigido por el argelino Abu Zeid, uno de los jefes de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), según una fuente de la seguridad regional.
Al mismo tiempo, los jihadistas abandonaron sus feudos en el norte del país, como la ciudad de Gao, sometida el domingo a bombardeos que mataron a más de 60 combatientes, según habitantes y una fuente de la seguridad.
En Tombuctú, donde de momento no hubo ningún bombardeo aéreo, los jihadistas también partieron.
"Los muyahidines se han ido, tienen mucho miedo", aseguró un vecino de esta ciudad emblemática de la cultura musulmana en Africa, donde los jihadistas destruyeron numerosos mausoleos de santos musulmanes por considerarlos como una herejía.
Para el vocero del grupo islamista Ansar Din, Senda Uld Bumama, se trata apenas de "una retirada táctica", según declaraciones publicadas en el sitio de información mauritano Al Ajbar, cercano a los islamistas de este país.
Francia, "en guerra contra el terrorismo" en Malí, según su ministro de Defensa Jean-Yves Le Drian, bloqueó el viernes el avance de los grupos islamistas armados hacia el centro del país. El domingo y el lunes bombardeó sus posiciones en el norte.
CONSEJO DE SEGURIDAD
En Nueva York, Francia obtuvo la noche del lunes "la comprensión y el apoyo" de los otros 14 miembros del Consejo de Seguridad, según el embajador francés Gérard Araud. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó su apoyo a la operación francesa, aunque destacó la necesidad de una reconciliación política en el país.
El secretario general de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), Ekmeleddin Ihsanoglu, pidió este martes "un alto el fuego inmediato" en Mali, miembro del foro, y la reanudación de las negociaciones entre Bamako y los islamistas.
En Bamako, los jefes de Estado Mayor de los ejércitos del oeste de Africa se reunirán este martes para preparar el envío de una fuerza de 3.000 hombres, que tomará el relevo de la operación francesa.
Las primeras tropas las enviará Nigeria a Mali "antes de la semana próxima", prometió el presidente nigeriano Goodluck Jonathan.
ACNUR
Por otro lado, cerca de 150.000 personas huyeron del conflicto en Malí hacia los países vecinos, indicó este martes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La organización precisó que hay unos 230.000 desplazados dentro del país.