Luego de 10 días de juicio, seguido de un veredicto condenatorio dictado la semana pasada, en el Tribunal Oral en lo Penal de Rancagua, decretó una condena de 18 años de presidio mayor en su grado máximo, en contra de Jaime Paredes Uribe.
Durante el juicio oral, la Fiscalía local de Rancagua, logró acreditar que el imputado, mientras se desempeñó como auxiliar de mantención del Jardín Infantil Divina Providencia entre los años 2009 y 2011, cometió tres delitos de violaciones reiteradas contras tres menores de edad, alumnos de los niveles medio menor de dicho establecimiento educacional.
El Tribunal Oral además, decretó otras sanciones accesorias como el pago del 75 por ciento de las costas de la causa, además de acoger la demanda civil que interpusieron las madres de dos menores víctimas de Paredes, la que consigna el pago de 5 millones de pesos a cada familia.
La investigación, que contó con declaraciones de víctimas y testigos, además de la conclusión de diversas pericias que resultaron probatorias de los delitos en esta causa, duró cerca de dos años.
La fiscal especializada en delitos sexuales, Gabriela Carvajal, destacó que es importante que las víctimas lleguen hasta el final del proceso, "considerando que el único testigo en los delitos sexuales, generalmente sólo son las propias víctimas, es necesario que apoyen el trabajo investigativo, y lleguen a la instancia del juicio, donde los jueces valorarán las declaraciones, y para nosotros esa es la prueba fundamental".
Este es el primer juicio con veredicto condenatorio con pena efectiva de presidio, desde que estallaron las denuncias sobre delitos sexuales ocurridos en establecimientos educacionales.