El Libro Guinness de los Récords reconoció a un hombre de 44 años por haber surfeado una ola de 23,7 metros de altura cerca de la costa de Portugal, confirmando que la hazaña realizada en noviembre pasado superó por más de 30 centí­metros una marca impuesta en 2008, de la mayor ola surcada en una tabla.

El surfista Garrett McNamara y especialista en olas altas, dijo que el recorrido de su vida fue producto de la casualidad, ya que originalmente no deseaba surfear ese dí­a. Al ir al mar, dejó pasar varias olas de este lugar, conocido como uno de los mayores generadores de olas del mundo.

Cambió de parecer ante la insistencia de sus amigos. "Todo coincidió", dijo McNamara. "Todo se sentí­a listo".

Un video de la hazaña muestra la imagen diminuta de McNamara, de 1,78 metros, cuando enfrenta un muro de agua mientras suelta una soga de ascenso y empieza a montar la ola en Praia do Norte.

Desaparece brevemente mientras la ola rompe, unos 10 segundos después de haber comenzado a montarla. Luego acelera y resurge de entre el cuerpo de la ola mientras el oleaje se disipa con rapidez.

"Supe que era grande, pero no sabí­a cuánto", agregó.

McNamara dijo que al principio no le importó saber si la ola habí­a implantado una marca pero fue inducido por los residentes de Nazare, Portugal, a que obtuviera algún tipo de confirmación. Indicó que envió el video y las fotografí­as a la leyenda del surf y juez de Billabong, Sean Collins, quien calculó que la ola tuvo una altura de entre 26 y 27,5 metros.

El récord se hizo oficial una semana después de que McNamara recibiera un premio de 15.000 dólares por esa misma proeza, en la entrega de los Billabong XXL Global Big Wave Awards en California.