El quiebre de un matrimonio no es un obstáculo para que cada año más de 10 mil chilenos digan nuevamente "sí, acepto". Y aunque son ellos los que suelen renegar frente a sus amigos del matrimonio, son justamente los que más se casan por segunda vez en nuestro país, superando a las mujeres en más de un 17% en la última década y en un 20% en el último año.
Según las cifras del Registro Civil e Identificación, si este año 5.289 mujeres se casaron en segundas nupcias, el número de hombres fue 7.857. Fenómeno que, además, va en alza: hace una década esa diferencia era del 14,3%.
No son los únicos, pues la tendencia se repite en otros países. En España, por ejemplo, según datos del INE, ellos se casan un 20% más que las mujeres en segundas nupcias. ¿Por qué sucede esto? Las razones estarían muy relacionadas con el proceso de divorcio.
MIEDO A LA SOLEDAD
Eliana Heresi, sicóloga de parejas de la Facultad de Sicología de la U. Diego Portales, dice que para los hombres el paso de una vida familiar (rodeado de sus hijos y la pareja) a retornar a la categoría de soltero genera mucha inseguridad e incertidumbres, lo que gatilla el deseo de buscar pronto una nueva relación.
De hecho, ellos tardan, en promedio casi dos años (22 meses) en tener una relación estable luego de un divorcio. Ellas demoran un año más, según una encuesta de la Universidad de Talca.
SIN HIJOS NI REDES DE APOYO
Y aunque probablemente ambos tengan las mismas intenciones de tener una nueva pareja, "la mujer tras el divorcio queda menos desarmada o devastada al contar con hijos, casa y trabajo. El hombre dispone de más tiempo y libertad, pero se siente solo y de allí surge esa necesidad potente de estar en familia de nuevo, por lo cual busca pareja más rápido", dice Enzo Anselmo, terapeuta de parejas del Departamento de Siquiatría de la Universidad Católica.
Y es que para este especialista, en una separación considerada tradicional, en donde es el hombre el que se va de la casa, ellos suelen "perder el contacto con los hijos, lo que es un golpe emocional muy potente".
Una situación que se da, porque por estructura y roles sociales, a los hombres no se les vincula con el cuidado de los niños, explica Emilio Torres, sociólogo de la Universidad Central. "Hacia ellos existe menos presión para que se hagan cargo de los hijos, condición relevante a la hora de tomar la decisión de un segundo matrimonio", aclara.
Y es que su presencia, dice la sicóloga de la U. Diego Portales, es una de las razones por las cuales las mujeres no se casan si reanudan su vida amorosa, ya que no quieren complicar a los niños con la llegada de otra persona y prefieren tener una relación "puertas afuera".
Un problema que los hombres no tienen. Sin embargo, según Torres, a diferencia de lo que pasa con la mujer, "ellos tienen muchos amigos, pero un apoyo emocional bastante débil, lo que influye en la búsqueda de una nueva mujer". Pero, ¿por qué casarse otra vez? Porque se sienten inseguros emocionalmente y una manera de superarlo es tratar de mantener el control sobre su pareja. "Los hombres chilenos son más inseguros que las mujeres y piensan que al formalizar un vínculo toman el control de la relación", acota Torres.