El cuarto ciclo de Homeland parte con Carrie Mathison (Claire Danes) trabajando para la CIA en Medio Oriente, hasta que una misión sale muy mal. Básicamente es el mismo argumento del primer capítulo de la serie en 2011. Pero todo ha cambiado desde ese momento. De hecho, los que retomen la historia desde fines del año pasado, probablemente sentirán que están viendo una producción nueva. Y quienes recién se sumen al fanatismo por la trama creada por la cadena norteamericana Showtime, podrán incorporarse sin peligro de quedar con un mayor vacío de información ante el hecho de perderse las temporadas anteriores.
Y es que Homeland, en el último capítulo de su cuestionado tercer ciclo, eligió matar a Nicholas Brody (Damian Lewis), uno de sus personajes principales y la gran fuente del conflicto en las tres primeras temporadas: se trata del prisionero de guerra rescatado de las manos de Al Qaeda y que retorna como héroe, aunque levantando las sospechas en torno a su relación con el grupo terrorista. Por eso, la historia, que regresa este viernes al cable a través de Fox 1 (ver recuadro), vive una suerte de nueva era en sus flamantes capítulos.
"Ibamos a matar a Brody en la primera temporada", dice el creador y productor ejecutivo de la serie, Alex Gansa, al teléfono desde Estados Unidos. "Nuestra idea siempre fue hacer una historia como The wire, donde en cada temporada se vieran enfoques e historias distintas. Pero la actuación de Lewis fue tan potente, que sentimos que teníamos la oportunidad de extender su arco dramático por más de un ciclo", agrega.
En la cuarta temporada, Mathison trabaja como la cabeza de la CIA en la oficina de Afganistán, pero un bombardeo de civiles en Siria pondrá en marcha una nueva conspiración, y por supuesto, pone en jaque su trabajo. Todo lo debe equilibrar con la culpa por escapar de su hija recién nacida -producto de su particular relación con Brody y único recuerdo del personaje-, quien queda bajo la custodia de su hermana.
"Siempre quisimos regresar a Carrie a través del Atlántico y ubicarla en el trabajo para el que fue entrenada, que es estar en una tierra peligrosa, realizando su labor como agente. Es algo que no veíamos desde la primera temporada", explica Gansa. Pero la protagonista no será la única persona cuya vida cambie en los nuevos episodios. Su mentor y jefe, Saul Berenson (Mandy Patinkin), ya no es director de la CIA y está relegado como un consultor para una firma privada de seguridad. "Él es un tipo de Washington y estuvo acostumbrado en los últimos 25 años a ser una voz autorizada en temas de seguridad nacional y política extranjera, pero ahora estará en un lugar donde su opinión no tiene tanto peso. Y va a extrañar su antigua vida, lo que le podría traer problemas", asegura Gansa.
En una temporada que tendrá buena parte de su acción en Medio Oriente, resulta inevitable preguntarse qué tanto de la historia está inspirado en los eventos del último año en la región, los que han marcado la agenda noticiosa de todo el planeta. "La verdad, todas las temporadas las planeamos en enero, donde los productores y Claire Danes visitamos Washington, y nos asesoramos con verdaderos agentes de Seguridad Nacional, por lo que lo del Estado Islámico no había explotado aún", asegura el creador de la serie (estrenada en su país en octubre pasado). Luego agrega que "de todos modos, hay algunos elementos de ese conflicto que se pueden ver reflejados en la historia. Pero el Estado Islámico es un grupo demasiado malvado como para siquiera representarlos en un drama. Nos gusta que nuestros villanos tengan matices, que se pueda entenderlos, por lo que nunca los van a ver nombrados en la serie".
La muerte acecha
En este nuevo ciclo, Homeland presenta el gran desafío de mantener a sus fanáticos con una historia nueva. "Decir que estábamos 'preocupados' por las consecuencias de matar a Brody sería minimizarlo. Estábamos aterrados", dice Gansa entre risas. "Mucha gente dijo que no vería nunca más la serie luego de su muerte", agrega. Por lo menos, la misión ya se consiguió en EE.UU., donde la nueva temporada ya se emitió, con ratings sólidos y una crítica que la ubica entre lo mejor del año.
Frente a una reinvención, que por este ciclo resultó exitosa, la idea de que en la serie ningún personaje está a salvo, ni siquiera su protagonista femenina, no es tan descabellada. Pero a pesar de eso, Gansa cree que existe una línea que no pretenden cruzar por el momento. "Hay personajes que simplemente no puedes matar. Pero sí creo que la mayoría de los roles pueden desaparecer con el objetivo de servir a la historia. Con Brody nos sentamos en la sala de guión y nos dimos cuenta que se nos acabaron las situaciones interesantes donde ponerlo", explica el creativo, agregando que "cuando empiecen a ver esta temporada, se darán cuenta que tiene una estética distinta. Ahora realmente es el show de Claire (Danes)".
Presencia fantasmal
Pero, aún con un personaje menos, la figura de Brody no permanecerá lejos de Homeland. "Por supuesto que la muerte de Brody va a ser una carga colgando sobre Carrie", dice Gansa, pausando para agregar: "Bueno, 'colgando' es una terrible elección de palabras", acota riéndose, en referencia a la manera en que el personaje encontró su final (ahorcado en Irán).
En este momento, tras ser renovados para un año más, Gansa y los productores se encuentran planeando el quinto ciclo, con su tradicional visita a Washington. La historia aún no está definida, pero la temática adquiere un peso especial con los acontecimientos terroristas de las últimas semanas.
El productor no descarta que, a pesar de sus intenciones de tener distintos focos cada año, la trama de la temporada actual se traspase a la próxima. "Encontramos actores e historias maravillosas, por lo que, al igual que con Brody, la trama de la cuarta temporada podría extenderse hasta la quinta. Veremos", concluye.