La muerte de Nicolás Mardones Vásquez, de 27 años, asesinado por tres desconocidos en el cerro San Cristóbal cerca de las 22:30 de la noche del sábado, después de la hora de cierre, despertó sospechas sobre los protocolos de seguridad en el Parque Metropolitano durante el verano.

Según Juan Guillermo Escobar, el encargado de seguridad del recinto, cuando se cierra el lugar se hacen dos rondas para sacar a la gente. "Si bien el Parque cierra a las 20 horas en verano,  una vez cerrado el Parque, comenzamos desde la cumbre a sacar a los usuarios que están, a pedir que se retiren porque ya se encuentra cerrado. Ahí, Carabineros  de Chile hace un rol importante en tratar de explicar a la gente que no se exponga más de lo permitido ya que no hay luz solar a esa hora", cuenta.

Durante el 2015, según cifras del Parque Metropolitano, se registraron 27 denuncias al interior del recinto mientras que en el 2016, 14. Tras el asesinato de este joven de 27 años, Escobar señala que "vamos a tener que reforzar más nuestros filtros de ingresos".

"Siempre estamos mejorando nuestros mecanismos internos y, antes de este hecho puntual que es totalmente aislado, nosotros no teníamos registros de robo con intimidación con resultado de muerte", agrega el jefe de seguridad del recinto.

Desde hace un año y medio, funcionarios del Parque Metropolitano asisten a una mesa de seguridad que convoca la Subsecretaría de Prevención del Delito en la que participan también agentes comunales, policiales y juntas de vecinos para trabajar en mejorar la seguridad del sector.

El jefe de seguridad del Parque Metropolitano explica que para este año están "esperando la incorporación de fibra óptica en varios tramos del parque sobre todo en senderos para poder visualizar el desplazamiento de los usuarios y los que se quedan un poco más tarde, tratar de alertar a Carabineros y al equipo de seguridad para mejorar la reacción".

En lo que va del 2017, se han registrado cuatro denuncias en el interior del parque.