Fuerzas del Gobierno sirio recuperaron el control total de la ciudad de Homs

el jueves, que al inicio de la revuelta solía asociarse con escenas de alegres multitudes que se manifestaban por la democracia pero que ahora es más conocida por imágenes de ruina que retratan la brutalidad de la guerra civil.

Cerca de 1.200 combatientes rebeldes y civiles se subieron a autobuses que los sacaron de la "capital de la revolución"

el miércoles y el jueves, informaron activistas. La Ciudad Vieja de Homs estuvo en manos de los insurgentes por casi dos años.

Las personas evacuadas fueron llevadas a un territorio controlado por los rebeldes, fuera de la ciudad, bajo un

acuerdo entre los insurgentes y las fuerzas leales al presidente Bashar al Assad.

"La Ciudad Vieja de Homs ha sido limpiada por completo de grupos terroristas armados",

informó la televisión estatal.

El gobernador provincial de Homs,

Talal Barazi

, había dicho a Reuters más temprano el jueves que la localidad sería declarada "ciudad segura" y que la reconstrucción se iniciaría tras la evacuación.

Aunque se declaró que ya no había insurgentes en la zona, recién el viernes el ejército ingresaría al casco antiguo para buscar posibles explosivos.

La toma por parte de las fuerzas de Assad de la tercera mayor ciudad siria

representa una derrota para la oposición e impulsa la posibilidad de reelección del líder sirio

en los comicios del mes próximo.

En 2011, cuando miles de ciudadanos salieron a las calles de Homs, Siria fue sacudida por una ola de protestas contra Assad en las principales ciudades del país, a la que el Gobierno respondió con asedio y bombas de mortero. La revolución se volvió un conflicto armado.

Bajo el reciente acuerdo, al mismo tiempo que los rebeldes evacuaban Homs, se

liberaba a decenas de prisioneros que mantenían cautivos los insurgentes en las provincias de Aleppo y Latakia

, en el norte del país.

Las fuerzas de Assad controlan ahora gran parte de la capital, junto con la principal autovía desde Damasco hacia la costa, mientras que los rebeldes tienen dominio sobre gran parte del desierto en el norte y en el este.

Continúa aún la disputa por Aleppo, la segunda mayor ciudad de Siria, y muchas áreas en la provincia de Homs siguen en manos de los rebeldes.

Es altamente probable que Assad obtenga una victoria en los comicios presidenciales

del 3 de junio, que sus opositores han calificado de farsa. La oposición argumenta que no se puede realizar ninguna votación creíble en un país fracturado por la guerra civil.

En lo que va del conflicto, han muerto más de 150.000 personas y millones más han huido de sus casas. Los combates suelen causar más de 200 muertes diarias.