El 10 de febrero de 2013 es una fecha que quedó grabada a fuego en la memoria de Horacio Zeballos. Esa tarde, el zurdo argentino consiguió la mayor victoria de su carrera al derrotar en tres sets a Rafael Nadal, el hasta ese momento imbatible rey de la arcilla, en el desaparecido ATP de Viña del Mar. "Cuando terminé ese partido, no lo podía creer. Estaba con mi familia, que me había ido a ver desde lejos. Estaba con mi entrenador y no caíamos al principio. Obviamente, eso no se olvida más", comenta en la antesala de su participación en el Challenger de Santiago 2, donde hasta ahora es el jugador de mayor ranking de los participantes en el certamen (72º).
¿Qué significa para usted volver a jugar en Chile?
Siempre es lindo volver a un lugar donde te ha ido bien. Especialmente, cerca de casa, en Sudamérica. Creo que es una oportunidad muy buena para viajar con la familia.
¿Qué le parece el nivel de exigencia del torneo? Se dice que es uno de los cuadros más duros de Sudamérica.
Creo que es una muy buena oportunidad de disfrutar de un torneo que va a ser muy duro porque hay muy buenos jugadores y el nivel de exigencia es alto y tratar de que las expectativas sean buenas y, obviamente, intentar ganar para sumar confianza. El torneo es duro, entonces si tú ganas buenos partidos, uno se siente motivado y con muchas ganas de seguir después de un resultado así. Estoy con muchas expectativas de poder volver a Chile y jugar un torneo de esta elite, así que estoy contento, por supuesto.
¿Qué le parece que el ATP de Viña haya desaparecido?
Es una lástima que el ATP de Viña no se siguiera haciendo, especialmente porque al año que volví después de haber ganado tuve un montón de momentos inolvidables. Por suerte hoy en día existen las redes sociales, YouTube y todas esas cosas que te permiten ver el partido, más allá de que obviamente lo tengo en la cabeza muy fresco por haber sido la victoria y el torneo más importante de mi carrera. Eso no se va a borrar jamás.
Este año ha tenido una destacada temporada en dobles, donde ha ganado tres torneos con Julio Peralta. ¿Cómo ha sido esta experiencia?
Julio está jugando un gran nivel de tenis. Hemos conformado una pareja muy buena, estoy contento de haber encontrado una pareja sólida y continua como él. Además, es una gran persona y eso hace que la convivencia tanto afuera como dentro de la cancha sea buena.
Imagino que se ilusiona con estar en la final de la Copa Davis y poder ganarla después de tantos intentos.
Obviamente uno sueña con estar en el equipo. Más allá de que después estás o no, uno quiere lo mejor para el país. Voy a apoyar a los chicos que estén y ojalá que Argentina pueda ganar la Copa Davis, que es muy deseada por cada argentino que le gusta el tenis.
¿Cómo ve el futuro del tenis chileno y qué jugadores puede destacar?
Argentina y Chile siempre tuvieron una cultura tenística muy importante. Seguramente sigue siendo así. En Chile están surgiendo muy buenos jugadores, como (Christian) Garin, (Gonzalo) Lama y (Nicolás) Jarry. Obviamente, el tenis chileno está asegurado por varios años más. Lo mismo pasa con el argentino, que tiene algunos chicos que son jóvenes pero que ya están consagrados, como es el caso de (Diego) Schwartzman o ahora Renzo Olivo. También hay varios chicos de proyección, que seguramente se van a meter pronto. Así que también tenemos tenis argentino para rato.