"No creo que el tribunal supremo me expulse". La frase del senador por Aysén, Antonio Horvath, sirvió para graficar su posición respecto de la sesión que la instancia partidaria sostendrá hoy para revisar dos acusaciones en su contra.
La seguridad con la que abordó el tema en los pasillos del Senado tenía una sola razón: recién había terminado de redactar una carta de dos carillas, donde explicaba en detalle una decisión que zanjaría su futuro político, consolidando su renuncia definitiva a la colectividad, después de 10 años de militancia.
Según explican en su entorno, Horvath se dirigirá a primera hora de hoy hasta las oficinas del Servicio Electoral (Servel) en Santiago, para formalizar su desafiliación a la colectividad, tal como lo estipula la ley. Una vez realizado dicho trámite, hará llegar la misiva al partido. El destinatario será el presidente Carlos Larraín.
En los últimos días, el senador -quien había socializado con su círculo más cercano su decisión- recibió sucesivos mensajes de sus pares, para que declinara su determinación o que, al menos, la postergara para enero 2014.
Y pese a que esta segunda opción formó parte de las reflexiones de último minuto del parlamentario, durante la noche del martes y la mañana de ayer, la definición quedó plasmada en un papel.
Las mismas fuentes explican que en la Cámara Alta el senador espera formar alianzas con figuras de la bancada independiente. El recién reelecto senador por Punta Arenas, Carlos Bianchi, con quien mantiene una estrecha relación, de hecho, es uno de los parlamentarios a los que les adelantó sus planes de dejar su partido.
Además, la intención de Horvath es estrechar lazos con el periodista Alejandro Guillier -electo por Antofagasta-, quien pese a mantenerse sin militancia, es parte del pacto Nueva Mayoría.
Con su salida, la Alianza quedará con su menor bancada de senadores desde 1990, agudizando la crisis que se vive al interior del sector tras las elecciones pasadas. En la primera elección tras el retorno de la democracia, la centroderecha eligió 16 senadores, llegando el 98 y 2006 a 18. Hoy, con la partida del senador Horvath, la Alianza quedará por primera vez con sólo 15 representantes.
DISIDENTE
La sesión que el tribunal supremo de RN tenía fijada para hoy escribiría un capítulo más de las varias desavenencias que Horvath había protagonizado, no sólo con su partido, sino además con su sector.
A fines de 2011, el parlamentario se alineó con el ala disidente del partido que lideró Daniel Platovsky, hoy también ex militante de RN.
Luego, en medio de la crisis en Aysén de marzo 2012, el senador formuló duras críticas al gobierno.
En la campaña presidencial reciente, Horvath ya daba cuenta de su perfil independiente, al convertirse en jefe programático del economista Franco Parisi.
Negándose a trabajar en segunda vuelta por la candidata de la Alianza, Evelyn Matthei, el parlamentario irrumpió el 21 de noviembre pasado en el comando de la hoy Presidenta electa, Michelle Bachelet.
La intención del senador era entregarle a la entonces candidata el programa que había elaborado para Parisi. Al día siguiente, sin embargo, hizo lo mismo en el comando de la abanderada oficialista.
En ambas ocasiones, Horvath manifestó mayor convergencia con el programa de Bachelet, inclinación que el 5 de diciembre formalizó a través de un documento comparativo en que fijó su apoyo a las propuestas de la abanderada opositora.
A su vez, su salida de la bancada RN, sumada al acercamiento que el legislador mantiene con la presidenta electa, podría allanar el camino para que la Nueva Mayoría realice varias de las reformas que contempla su programa de gobierno.