Un sitio eriazo con vista a la Quebrada Miraflores, el cerro Cárcel y a lo lejos el cerro Panteón, fue el lugar elegido por Elisa Assler y su marido, el arquitecto Joaquín Velasco, para construir el hotel Cirilo Armstrong. Originalmente, el terreno fue comprado por los padres de él para desarrollar un proyecto inmobiliario, pero con el correr del tiempo al final optaron por un hotel, pero no uno típico, ya que los intereses, claramente iban por algo menos comercial y que significara un aporte a la ciudad.

Ambos son artistas e hijos de artistas: ­Elisa es artista visual y diseñadora –e hija de nuestro Premio Nacional de Arte, Federico Assler– y Joaquín es hijo de Joaquin Velasco y Patricia Rubio, ambos arquitectos y ella destacada vitralista. Por lo mismo, el arte era una constante en sus vidas y bajo esa premisa decidieron que justamente sería el eje en torno al que se desarrollaría el concepto del hotel. Destinaron para ello una amplia sala común, que reúne a los huéspedes e invitados y que, asimismo, contiene al living de Cirilo, equipado para reuniones, talleres, etc.

11 departamentos, todos en dos pisos, dormitorio arriba y estar abajo, algunos con terraza propia, conforman la apuesta de este hotel boutique; los que están equipados con todo lo necesario para pasar una temporada y así conocer lo que el puerto tiene para ofrecer, a lo que se suma el completo panorama que arma esta pareja, incluyendo paseos a los viveros de la zona, excursiones o recorridos por talleres de artistas.

Hasta ahora, el boca a boca a funcionado como la mejor carta de recomendación y las reservas no se han hecho esperar. Tel. 32-3187257, www.ciriloarmstrong.com