Las principales compañías hoteleras de Estados Unidos, golpeadas por las mayores caídas del sector desde la Gran Depresión, están tratando de hacer por el alojamiento lo que Ikea hizo por los muebles: ofrecer productos elegantes a precios bajos.

Starwood Hotels & Resorts Worldwide, la tercera mayor cadena de hospederías de Estados Unidos, está creando hoteles boutique para viajeros más austeros, con habitaciones a unos US$119 por noche. Esto dista mucho de las tarifas de US$399 a US$639 que se cobran en los lujosos W Hotels de la compañía. InterContinental Hotels Group sigue una estrategia parecida con su cadena boutique Hotel Indigo.

Ambas compañías tratan de capitalizar una fórmula popularizada en los años ochenta del siglo pasado, cuando propiedades pequeñas e individuales con lujosas comodidades, interiores de diseñador y decorados curiosos ganaron adeptos entre los viajeros. Esta vez la demanda de alojamientos accesibles y modernos fue fomentada por una recesión mundial que llevó a mucha gente a negarse a gastar tanto como antes en vacaciones.

"Uno mezcla los elementos de lujo con el producto más barato y puede suponerse que lo que atrae por su precio moderado está produciendo mejores resultados durante la crisis y después", dijo David Katz, analista de Oppenheimer & Co. en Nueva York.

Las cuatro principales compañías hoteleras de Estados Unidos informaron que sus ingresos bajaron de un 16% a un 22% en los nueve primeros meses del año después que el desempleo creciente redujo los gastos del consumidor. Las tarifas hoteleras probablemente caigan en el 2010 por segundo año consecutivo conforme las hospederías ofrecen rebajas para atraer clientes, según PricewaterhouseCoopers.


REACCION CONTRA EL DERROCHE
Los operadores de hoteles también están lidiando con una merma de los viajes de negocios debida a que las compañías tratan de ahorrar dinero. Ha habido una reacción contra el derroche de dinero por bancos, aseguradoras y fabricantes de automóviles a quienes se dio ayuda financiera gubernamental, desalentándoselos de usar hoteles caros para conferencias y convenciones.

Las cadenas boutique están diseñadas para viajeros que desean tener una experiencia hotelera singular sin gastarse US$500 por noche.

Los W Hotels -del grupo Starwood-, una cadena boutique establecida en las postrimerías de los años noventa, se hallan equipados con fundas de edredón de algodón orgánico percal de 400 hilos por pulgada cuadrada producidas por la diseñadora sueca Anki Spets. Las camas tienen también colchones "pillow- top" de plumas y cabeceras recubiertas de piel. Algunos vestíbulos están amueblados con piezas diseñadas por Philippe Starck, incluso sillas estilo Luis VX que se venden a US$410 en la tienda del hotel.

En la cadena Aloft de Starwood, la marca boutique de servicios limitados de la compañía, las cosas son más espartanas.

En la localidad de Rancho Cucamonga, estado de California, el Aloft es contemporáneo sin las etiquetas de diseñador. Las sábanas son de 200 hilos y solo un puñado de empleados atienden la propiedad. En los establecimientos W hay una docena o más, según Kimberly Ervin, la directora de ventas.


REFIGERADORES VACIOS
En vez de hallarse llenos de vinos y bebidas espiritosas caras, los pequeños refrigeradores en cada habitación de un Aloft están vacíos. Las duchas tienen envases de champú y gel para el baño pegados a la pared. Las cabeceras están hechas de corcho, mientras que un grabado de piel de vaca, en vez de la piel en sí, decora la pared.

Los espacios públicos rebosan de moderna elegancia. Por todo el vestíbulo de 3,500 pies cuadrados (325 metros cuadrados) se oye música pop. Se la puede oír incluso bajo el agua en la piscina al aire libre.

El Aloft de Rancho Cucamonga ofrecía habitaciones a US$99 por noche como mínimo esta semana, según la página web de la cadena.

"La demanda de alternativas a la uniformidad de los hoteles en cadena viene creciendo y seguirá creciendo", dijo Marc Gordon, director general de Morgans Hotel Group Co. "Los hoteles boutique de servicios limitados son llamativos para una parte creciente de la población que prefiere hoteles alternativos a los grandes hoteles de las cadenas".