Guillermo Hoyos no escondió su felicidad después del triunfo sobre Cobresal. Categórico por el resultado, un contundente 4-0, e inobjetable por el rendimiento de los estudiantiles. "Estoy contento por los chicos, porque realmente se lo merecen. La jerarquía que tienen hacen que uno disfrute viéndolos jugar. Muchas veces cuesta jugar. Los partidos son muy intensos y cerrados. Hoy se hizo mucho más abierto, lo resolvimos rápido y se jugó muy bien. Hay que disfrutar el momento con mucha prudencia", declaró.

El estratega, como sus pupilos, asumió que hay poco tiempo para festejar. La próxima misión será revertir la desventaja de dos goles ante Corinthians por la Copa Sudamericana, el miércoles en Ñuñoa. "Es un rival extremadamente difícil. Lo hemos visto varias veces. Mañana juegan la final del Campeonato Paulista.Es un equipo muy sólido defensivamente. Habrá un desgaste importante. Vamos a tratar de repetir este partido, en lo posible", proyectó.

El DT agradeció el respaldo de las casi cuarenta mil personas que llegaron al Estadio Nacional. "No termina de sorprenderme. Le agradezco a la gente que viene por cómo alienta. Hay una comunión que se transmite dentro de la cancha. Ojalá que esto dure", añadió.

Y volvió a elogiar a sus pupilos. "Esto es producto de la jerarquía de los jugadores.Es un placer verlos jugar. Siempre digo que se puede seguir creciendo, porque la vida eso. Siempre con prudencia y respeto. Y pensando en que el próximo entrenamiento es importante", dijo.

Tanta fue su satisfacción que no se animó a desearles mal a sus rivales directos por el título. "Colo Colo y Everton son dos candidatos y espero que sea un gran partido. Dios dirá el resultado. No estoy deseando que le vaya mal a uno o a otro", sentenció.