El banco HSBC reportó este lunes un alza de 10% en sus ganancias del tercer trimestre gracias a un mayor control de costos y a menos pérdidas por malos préstamos, y confirmó que está siendo investigado como parte de una pesquisa global sobre manipulación cambiaria.
El mayor banco de Europa dijo que su ganancia subyacente antes de impuestos fue de US$5.100 millones para los tres meses hasta el 30 de septiembre, y que los fuertes mercados de Hong Kong y Gran Bretaña respondieron por más de la mitad de las ganancias y contrarrestaron una caída de las utilidades en Latinoamérica.
El presidente ejecutivo de la compañía, Stuart Gulliver, dijo que veía evidencias de una creciente recuperación de la economía global, donde Estados Unidos debería seguir expandiéndose, aunque lentamente, mientras que el Reino Unido debería registrar un crecimiento mejor que la zona euro.
"Hay señales para el optimismo. Siempre hemos estado confiados de que China tendrá un aterrizaje suave (...) lo que respalda al resto de Asia-Pacífico", comentó en una conferencia de prensa.
Gulliver confirmó además que HSBC está cooperando con la Autoridad de Conducta Financiera de Gran Bretaña, que realiza una investigación sobre el mercado cambiario de US$5,3 billones al día que se ha ampliado para incluir a reguladores en Estados Unidos, Asia y Suiza.
Operadores de algunos de los principales bancos del mundo, incluyendo a Barclays, Citigroup y JP Morgan , han sido suspendidos o han salido de licencia.
HSBC, que ha prometido instaurar una cultura corporativa más responsable tras ser multada con un récord de US$1.900 millones el año pasado por un flojo cumplimiento de medidas contra el lavado de dinero, no ha tomado acción alguna contra su personal, aseguró Gulliver.
"No hemos suspendido a nadie. Todavía estamos en una etapa muy temprana y nos nombres que hasta ahora nos han dado ya no trabajan para nosotros", dijo Gulliver.
El alza de la ganancia de HSBC, en línea con los pronósticos de analistas, fue apuntalada por una baja del 4% en pérdidas por préstamos malos y una caída de US$700 millones en gastos operacionales, a US$9.600 millones, aunque se debió mayormente a la ausencia de ítems únicos el año pasado.
Los costos subyacentes subieron en el año debido a inversiones, inflación de los salarios y costos regulatorios, mientras que los ingresos se mantuvieron estables.
El banco advirtió que existe una significativa incertidumbre regulatoria en el horizonte debido a que reguladores financieros de todo el mundo siguen refinando nuevas reglas, insistiendo en que los bancos mantengan más capital para protegerlos de cualquier crisis financiera futura.