Huachipato tuvo poco tiempo para digerir la eliminación de la Copa Libertadores. Ayer, en las primeras horas del día, la dirigencia acerera comenzó a planificar la  defensa que tendrá que presentar ante la Confederación Sudamericana de Fútbol, ante eventuales sanciones en contra de su entrenador, Jorge Pellicer, el preparador físico Marcelo Rosemblat y los jugadores que se involucraron en el bochornoso final del encuentro que se disputó en el estadio CAP.

Las gestiones comenzaron rápido. Durante la tarde, el presidente del club deportivo siderúrgico, Arturo Aguayo, se contactó con el timonel de la ANFP, Sergio Jadue, para pedirle asesoría ante el casi seguro requerimiento de la Conmebol y, sobre todo, frente las sanciones que podrían recibir el club y el recinto deportivo, que semanas antes había sido descrito por las autoridades como uno de los más seguros de Chile.

"Estamos realizando las gestiones para saber cómo se puede venir la mano. Estamos tratando de conseguir los informes, del veedor y de las autoridades para saber qué detallaron y a qué atenernos. De todas formas, todos vieron quién generó esta explosión. Fue el entrenador de Gremio, Vanderlei Luxemburgo", declaró Aguayo a La Tercera.

El máximo dirigente de la usina agregó que "pese a que la situación fue muy aparatosa, lo que pasó realmente fue poco. El comportamiento del público fue espectacular, salvo el de dos tarados que entraron a la cancha y que fueron detenidos oportunamente. También el de nuestros guardias y el de Carabineros, quienes se dedicaron a contener la situación. Nadie quedó siquiera con un hematoma. Hubo un provocador y otros que, desgraciadamente, reaccionaron a la provocación", sentenció.

Mientras Huachipato se prepara para enfrentar distintos escenarios, el organismo que rige al fútbol sudamericano sólo adoptará alguna determinación una vez que conozca el informe del juez uruguayo Martín Vásquez, que consignaría que Luxemburgo fue quien desencadenó los incidentes.

Pedirán explicaciones

Aunque en Las Higueras responsabilizaron al técnico de Gremio por el inicio de los incidentes, las reacciones de sus futbolistas y, principalmente las del entrenador Jorge Pellicer y del preparador físico Marcelo Rosemblat. "Vamos a conversar con ellos. Ser dirigente implica, también, ser un educador y, en ese sentido, resguardar los valores del club.  Nuestro papel no fue digno en ese sentido, pero tampoco es que vayamos a cortar cabezas por lo que aconteció", explicó Aguayo.

Eso sí, en Talcahuano valoraron que, al fin de la controvertida jornada, en el sector de vestuarios, tanto el entrenador como su colaborador actuaran con mesura. Incluso, Pellicer asistió a la conferencia de prensa y presentó, calmadamente, sus razones. "Cuando se bajan las revoluciones, se le da una justa dimensión a los errores. Habitualmente, Jorge es muy cauto, pero se descontroló", evaluó el timonel.