La huelga de Spence, minera de BHP Billiton, anotó un récord. Hoy cumple 40 días, alcanzando la marca que registró la paralización de Pozo Almonte de Cosayach en 2007, la más prolongada en el sector minero en las dos últimas décadas, aunque lejos de los 54 días que registró la División El Teniente en los años 80.

Se llega a esta instancia con las faenas totalmente cerradas luego que esta semana, según informó la compañía, los huelguistas se instalaron ilegalmente al interior de las instalaciones y cometieron sabotajes. A raíz de estos hechos, la minera advierte que podría haber un rebalse de las piscinas en los próximos días, sino se logran arreglar los equipos.

El presidente del sindicato de Spence, Andrés Ramírez, niega actos de fuerza por parte de los trabajadores y acusa más bien de una campaña comunicacional de la minera.

Los 40 días de paro, además, arrojan importantes pérdidas para ambas partes. En materia de producción, el presidente de Metales Base de BHP Billiton, Diego Hernández, reconoció esta semana que Spence pierde 500 toneladas diarias de cobre fino. Esto implica 20.000 en 40 días, un octavo de lo que produjo en 2008. El sindicato estima que las pérdidas por menores ventas superan los US$ 120 millones.

Para los trabajadores también implica importantes costos, partiendo porque no se les pagará los días no trabajados. El sueldo promedio mensual llega a los $ 1,5 millón líquido.

En medio de este ambiente, ayer la empresa y los trabajadores iniciaron los contactos para formalizar un protocolo que les permita retomar las negociaciones, considerando plazos, condiciones de seguridad. También colocarán a un mediador.

La oferta de Spence del 5 de octubre considera bonos por $ 8,5 millones, créditos por $ 2 millones y un 4% de reajuste real en los sueldos, en un contrato colectivo de 48 meses.

El 12 de octubre los 560 trabajadores del sindicato -que tienen 30 años de edad en promedio- aprobaron la huelga, que comenzó el 13 de octubre. El sindicato quería bonos por $ 15 millones y un reajuste de 5,5% real, por dos años de contrato.

La directora del Trabajo, Patricia Silva, expresó ayer su preocupación por la huelga y precisó que su repartición, por medio de la dirección regional, ha concretado seis gestiones de acercamiento, pero sin tener resultados. "Muchas veces no duran más de 30 minutos en la mesa. El avance está en sus manos", indica.