Cien ciudades italianas adhirieron a la huelga de ocho horas convocada por el mayor sindicato del país: La Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL). Reclaman en contra del plan de austeridad del gobierno de Berlusconi, calculado en 63 mil millones de dólares y que perjudicá a las clases medias y más desfavorecidas.

Son decenas de miles de personas que han salido a las calles bajo el apoyo, también, de los partidos de oposición Partido Demócrata (PD) e Italia de los Valores (IDV).

El paro afecta a todo el transporte y los aeropuertos en Roma se han visto con problemas. Las terminales de Fiumicino y Ciampino, están hoy colapsados y centenares de vuelos han sido cancelados por lo que largas filas de turistas aguardan la vuelta a la normalidad.

Según fuentes de los aeropuertos, los viajeros, la mayoría de ellos de vuelta a sus países tras las vacaciones transcurridas en Roma, reclaman ante los pabellones de las diversas compañías aéreas en busca de información.

Es el caso de la compañía aérea alemana Lufthansa, de las españolas Iberia y Vueling, de la inglesa British Airways, de la irlandesa Ryanair en el aeropuerto de Fiumicino y de la compañía suiza Easy Jet en el aeródromo de Ciampino.

La compañía italiana Alitalia ya está desviando a sus pasajeros a otros vuelos y lo mismo trata de hacer Iberia y British Airways, informaron fuentes del aeropuerto. Las compañías aéreas estiman que esta tarde el servicio volverá a la normalidad.