Al terminarse el período de huelga, con Minera Escondida retomando lentamente su producción hacia la última semana de marzo, el mercado comenzó a afinar sus proyecciones respecto del impacto económico que implicará los días en que la mayor faena minera de cobre del mundo dejó de operar.
En línea con lo anunciado por el Ministerio de Hacienda al comienzo de la paralización -en el sentido que un mes de huelga restaría dos puntos al crecimiento económico-, los analistas estimaron que los al menos 44 días de nula producción en la minera alcanzarán un impacto negativo en torno a tres puntos.
Puntualmente en febrero, el Imacec registraría su peor rendimiento desde 2009, ya que las proyecciones arrojaron un rango entre -1 y -2%, cifra golpeada, además, por el día hábil menos que registra este año. La cifra final será conocida el 5 de abril.
En el caso de marzo, en tanto, la debilidad sería más moderada, entre 0,5% y -1,2%, en parte porque enfrenta una menor base de comparación en términos anuales (ver infografía).
Con todo esto en consideración, reviven las posibilidades de que la economía chilena entre en recesión técnica este primer trimestre, lo que no ha sucedido desde comienzos de 2009. Es decir, que tomando las cifras sin efectos calendarios y estacionales, el primer trimestre, al igual que el cuarto de 2016, mostrarían variaciones negativas respecto del período inmediatamente anterior.
Según calculo del economista de la U. de Chile Alejandro Alarcón, "el Imacec de febrero sería de una caída de 1%, y en la profesión soy considerado un optimista. Para marzo también veo una caída de 1%".
Así, tomando el 1,4% del Imacec de enero que corrigió el Banco Central en sus últimas Cuentas Nacionales, arrojaron un primer trimestre de -0,2% para el economista, quien remarcó que "esto es consecuencia de una trayectoria peligrosamente baja del crecimiento del PIB, que se viene acentuando desde la segunda parte del año pasado".
Además, Alarcón aseguró que esto "refleja también la poca flexibilidad del mercado laboral, que puede conducir a este tipo de situaciones".
Más pesimista se mostró Nathan Pincheira, economista de Banchile Inversiones, quien proyectó una baja cercana al 2% en el segundo mes del año, sobre todo después de que en las Cuentas Nacionales se revisara al alza el Imacec de febrero de 2016 (a 4%). "Para la producción del sector minero de febrero estimamos una caída superior al 10%", ahondó Pincheira, agregando que para marzo esperan una variación entre 0% y -0,5%.
Por su parte, Felipe Ruiz, economista de BCI Estudios, indicó que "esperamos una baja entre un 1,5% y 2%, variación negativa que sería impulsada, además, por "la caída de la generación eléctrica en febrero (-4,6% anual), siendo la mayor contracción desde febrero de 2010, lo que fue ocasionada por el terremoto".
Con esto, agregó que "para marzo, antes de la paralización de Escondida teníamos una expectativa de 1,5%, pero posiblemente este tiempo que toma de marzo la huelga lo llevaría a un 0% a 0,5% preliminarmente", lo que ubicaría el crecimiento del primer trimestre a un punto cercano al 0%.
Respecto de los riesgos del bajo crecimiento trimestral, Alejandro Fernández planteó que tanto febrero como marzo verían una caída de un 1,2% en el Imacec, "lo que se traduciría en una baja desestacionalizada de alrededor de 0,4% respecto del cuarto trimestre de 2016 y la segunda baja consecutiva por lo que se produciría una recesión 'técnica' con estos datos". Con todo, Fernández agregó que "obviamente estas estimaciones son tentativas, pero tiendo a pensar que los resultados podrían ser algo peores a los estimados, por el efecto en otras actividades y una profundización de la caída en la inversión".
En la misma línea, Luz María Koch, economista y académica de la U. Finis Terrae, remarcó que a "muchos de los proveedores les puede significar consecuencias lapidarias el suspender durante un tiempo tan prolongado las ventas y servicios a la minera".
Además, señaló que "la situación reciente del paro enciende luces amarillas sobre el impacto que tendrá la entrada en vigencia de la nueva reforma laboral, puesto que alzas considerables en los costos en las negociaciones colectivas podrían afectar fuertemente la competitividad chilena".
En tanto, Tomás Flores, economista jefe de FX One, no descartó que los tiempos que demorará retomar la producción pudieran afectar el dato de abril. "Estoy suponiendo que a pesar del término de la huelga, se dedicarán, a lo menos, el resto de los días de marzo y quizás algunos días de abril para poner a la empresa a producir de nuevo", sostuvo.