Ayer jueves 5 de enero, la Corte de Apelaciones de Temuco determinó rebajar las medidas cautelares de Francisca Linconao. En fallo dividido, el tribunal de alzada resolvió que la machi espere en su domicilio el juicio oral, por su presunta participación en la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay.

Antes de esta resolución, la mujer de 60 años permaneció 14 días en huelga de hambre como medida de presión. Ella, junto a sus cercanos, aseguraba que era injusto permanecer en prisión preventiva.

Esta situación no es nueva, ya que en reiteradas ocasiones, distintas personas han utilizado esta técnica persuasiva, algunos de ellos del pueblo mapuche.

Casos emblemáticos han quedado en la memoria de muchos, ya que lo que se ha denominado como el conflicto mapuche, ha sido tema relevante en las distintas áreas de gestión de las diferentes autoridades nacionales.

Teniendo en cuenta este escenario, reflota el caso de los 23 comuneros que en 2010, en protestas a la manera en que se llevaban judicialmente su caso, mantuvieron la huelga por 82 días y otros por diez días más.

Luego de ese episodio, cinco meses después, cuatro de aquellos comuneros emprendieron nuevamente la acción, esta vez, completando 87 días sin consumir alimentos. En la mayoría de las ocasiones, los sujetos se negaban a recibir atención médica.

En 2013, Gabriel Valenzuela Montoya de 18 años en ese entonces, cumplió un mes en huelga, ya que solicitaba avances en su proceso judicial, donde estaba formalizado por los delitos de robo con homicidio y homicidio frustrado.

En ese entonces también dejó de consumir líquidos, teniendo que ser trasladado a un recinto hospitalario para ser atendido.

El 2014, Celestino Córdova, imputado en la misma causa que Linconao, también tuvo un periodo sin ingerir alimentos, esto tras el fallo de la Corte Suprema que ratificaba su condena. Al mismo tiempo, cuatro presos mapuches de la cárcel de Angol, se mantenían en dicha postura, para conseguir el indulto de Mauricio Llanca Tori y la revisión de los casos donde se utilizaron testigos protegidos.

Meses más tarde, dos de ellos, Cristian Levinao y Luis Marileo iniciaron por segunda vez en el mismo año una huelga de hambre.

De esta forma, miembros del pueblo mapuche han protagonizado sucesivos episodios de ayuno, en búsqueda de la reivindicación de sus derechos y de sus demandas, las que según ellos no han sido escuchadas ni han tenido respuesta satisfactoria por parte de las autoridades pertinentes.