Anoche, en horario prime, el canal estatal Perú TV emitió por más de dos horas un documental dedicado a recordar la batalla de Miraflores, ocurrida el 15 de enero de 1884, sólo días antes de la ocupación de Lima por las tropas chilenas en la Guerra del Pacífico.

El programa Sucedió en Perú entrevistó a varios historiadores que recordaron las "atrocidades y vejaciones" cometidas por el Ejército chileno, mientras se mostraban pinturas sobre las violaciones de mujeres y saqueos en las puertas de la capital peruana.

Durante la mañana de ayer, la última resistencia limeña fue recordada por las Fuerzas Armadas peruanas, que rindieron honores en el Reducto 2, una de las siete fortificaciones donde se atrincheraron los defensores durante la batalla de Miraflores. Mientras se realizaba esta ceremonia en el museo de sitio ubicado en el Paseo de La República, en el "Pentagonito", sede del Ministerio de Defensa y del Estado Mayor Conjunto, el comandante en jefe del Ejército peruano, Ricardo Moncada, acompañado de gran parte del cuerpo de generales, condecoraba al agregado militar chileno en Lima, René Palavecino, con motivo de su ascenso a general y su retorno a Chile.

Dos caras de un Perú que, a menos de dos semanas de la lectura del fallo de La Haya, no ha logrado cerrar todos sus conflictos.

El lunes, el gobierno del Presidente Ollanta Humala encabezó dos reuniones -primero, con los directores de medios de comunicación y, por la tarde, con el consejo consultivo asesor de La Haya- con un mismo objetivo: bajar las expectativas y terminar con los discursos triunfalistas y el tono de las declaraciones en torno al próximo dictamen de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. La intervención del mandatario se produjo poco después de que el ex Presidente Alan García propusiera embanderar las ciudades el 27 de enero, para esperar de esa manera la sentencia de la corte.

La propuesta de García generó críticas de diversos sectores políticos peruanos. La vicepresidenta peruana, Marisol Espinoza, llamó a esperar el fallo con tranquilidad y sin triunfalismos: "Siempre alguien tiene ideas sobre cosas, pero hay que entender que no se puede hacer ningún exceso de triunfalismo". Para la canciller Eda Rivas, la propuesta de García sólo exacerba actitudes y no contribuye a mantener el clima de tranquilidad. "Hay que mantener la prudencia, tanto en las raciones como en nuestras expresiones".

En la misma línea se manifestó el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Congreso peruano, Martín Belaúnde. El congresista opositor señaló a La Tercera que "lo único que provoca embanderar las ciudades es una reacción en Chile y calienta las cosas".

El ex Presidente García respondió a las críticas a través de su cuenta en Twitter. "Apena que algunos se avergüencen de izar la bandera en un día de reivindicación", dijo, insistiendo en esta propuesta, que hasta ahora sólo ha sido acogida por el alcalde de Junín.

En defensa de García, el secretario general del Apra, Jorge del castillo, dijo a La Tercera que lo que busca el ex mandatario es que los peruanos tengan más información sobre el caso de La Haya, y que propuso el abanderamiento como un acto patriótico, pero sin ofender a Chile.

"No es un ambiente triunfalista; lo que hay es el sentimiento generalizado en la calle de que el fallo nos dará algo", señaló.