La comisión independiente que el Gobierno británico creó para investigar la participación del Reino Unido en la guerra de Irak debe averiguar si se produjeron violaciones de los derechos humanos por parte de sus tropas y las unidades iraquíes que estaban bajo su mando, según exigió hoy Human Rights Watch (HRW).

Los responsables de esta ONG recordaron que tanto el Ejecutivo presidido por Gordon Brown como el presidente de la comisión, John Chilcot, han hablado únicamente de investigar las decisiones políticas adoptadas en aquellos días, pero que en ningún momento han mencionado los abusos de los derechos humanos.

HRW destacó en un comunicado que existen sospechas de que tropas británicas y unidades militares iraquíes bajo su supervisión cometieron "serios abusos" contra civiles y detenidos.

"La investigación necesita incluir las violaciones de los derechos humanos si el Reino Unido quiere realmente tener una imagen clara y comprensible de las consecuencias de sus actos en Irak. Si el tema se limita a la legalidad de la guerra, no se revelará todo", subrayó el director de HRW en Londres, Tom Porteous.

La organización de defensa de los derechos humanos envió una carta el pasado 4 de agosto dirigida al presidente de la comisión en la que le pide que extienda sus pesquisas hacia estos hechos.

HRW exige que se investigue si hubo "abusos generalizados" por parte de las tropas británicas o de algún miembro de las empresas de seguridad privadas que operaban en la zona y que fueron contratadas por el Gobierno británico y la fuerza multinacional.

También pide que se averigüe si alguno de los detenidos por las tropas iraquíes que fueron entregados posteriormente a los británicos sufrió abusos.

En su opinión, la comisión debe confirmar que las denuncias por asesinatos ilegales, torturas o trato inhumano han sido recibidas y que se está trabajando en identificar y perseguir a los responsables de estas violaciones.

También tendría que evaluar si el Reino Unido eludió en algún momento su responsabilidad en la defensa de los derechos humanos y acordar una serie de recomendaciones encaminadas a evitar que las fuerzas armadas británicas violen las leyes internacionales o cometan algún tipo de abuso de los derechos humanos.