Parecía historia cocinada. Se necesitaba un pase kilométrico y un triple perfecto para que Cleveland Cavaliers forzara a la prórroga ante Washington Wizards. Para cualquiera, imposible, menos para LeBron James.

El alero recibió un melón y lo transformó en un triple perfecto para pasmar a todo Washington. Su equipo, por supuesto, se impondría en la prórroga por 140-135.

LeBron, en el duelo, anotó 32 puntos y entregó 17 asistencias.