El huracán Irene azota este domingo a Nueva York con feroces vientos e intensas lluvias, cerrando a la capital financiera de Estados Unidos, deteniendo el transporte público y provocando masivos cortes de energía mientras avanzaba lentamente al norte junto a la Costa Este.
Las calles de la ciudad de Nueva York, normalmente atestadas, estaban inusualmente tranquilas luego de que las autoridades ordenaran evacuaciones sin precedentes y cerraran sus aeropuertos y trenes subterráneos.
Al menos nueve muertes fueron reportadas en Carolina del Norte, Virginia y Florida. Varios millones de personas tenían órdenes de evacuar la Costa Este de Estados Unidos.
El borde del huracán Irene llegó el sábado por la noche a la ciudad de Nueva York, por lo que resulta riesgoso encontrarse a la intemperie, anunció el alcalde Michael Bloomberg.
Dada la velocidad con que el huracán Irene se acerca a la ciudad de Nueva York, Bloomberg advirtió que "el tiempo para evacuar ya terminó", y precisó que "a partir de ahora la situación empeorará". El alcalde exhortó a los ciudadanos a quedarse en casa y no poner en peligro sus vidas.
El ciclón dejó caer más de 200 milímetros de aguas lluvias en la región de Washington, pero la capital no parecía haber sufrido graves daños. Algunos puentes fueron cerrados pero los aeropuertos y el tránsito seguían operando.
"Tuvimos un par de ramas de árboles derribadas y cosas así, pero nada que realmente haya afectado a los usuarios", dijo el portavoz del metro de Washington, Dan Stessel, a un canal local afiliado a la NBC.
En las próximas horas la compañía que gestiona la electricidad en la ciudad decidirá si cortarla en algunas zonas a riesgo en caso de inundaciones. El alcalde de la Gran Manzana instó a los ciudadanos a recargar sus teléfonos celulares y a usar linternas evitando, en lo posible, el uso de velas.
Bloomberg pidió a los neoyorquinos que se queden en casa hasta que las condiciones meteorológicas mejoren, presumiblemente a partir de la tarde de mañana.