Un fortalecido Isaac, convertido en huracán de categoría 1, tocó tierra el martes en el sureste de Louisiana y  dejaba las primeras lluvias y fuertes vientos en Nueva Orleans, asolada en 2005  por Katrina, que provocó la muerte de 1.800 personas.

El Centro Nacional de Huracanes (CNH), con sede en Miami, informó que Isaac  generó una "peligrosa marea de tormenta" al impactar con Louisiana y azotaba la  costa norte del Golfo de México.

A las 23.00 GMT, Isaac se encontraba 170 km al sureste de Nueva Orleans  (Louisiana) y 45 km al sur-suroeste de la desembocadura del río Mississippi, con  vientos máximos sostenidos de 130 km/h y desplazándose a 13 km/h, según el CNH.

El centro alertó del riesgo de inundaciones por los importantes aguaceros  que puede provocar el huracán y precisó que Isaac ha encauzado mejor su  trayectoria.

Louisiana, Mississippi y Alabama (sur) declararon el estado de emergencia ante la trayectoria de Isaac, mientras las autoridades estatales coordinan planes  para responder a los efectos del huracán.

Isaac se convirtió a las 16.20 GMT en huracán de categoría 1 en la escala  Saffir-Simpson, de cinco grados, al superar los 119 km/h.

El alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, afirmó que pueden caer 400 mm  de lluvia o más por la lentitud con la que se mueve Isaac.

"Estamos aliviados porque no se trata de un huracán de categoría 3", con  fue Katrina, manifestó. "Pero una categoría 1 con esta fuerza es  suficientemente grande como para provocar un gran daño si caemos en la  autocomplacencia. No hagamos esto", pidió.

El presidente estadounidense, Barack Obama, había instado más temprano a  los habitantes de la región a tomarse en serio el fenómeno, que podía "provocar  inundaciones significativas y otros daños en una zona amplia".

"Ahora no es momento para tentar al destino. Necesitan tomar esto  seriamente", dijo Obama en una alocución televisada desde la Casa Blanca, quien  reiteró que los gobiernos locales y federal se estaban preparando ante la  llegada de Isaac.

Tras la fallida gestión de su antecesor republicano George W. Bush de la  tragedia que significó Katrina para el país, Obama declaró el lunes el estado  de emergencia en Louisiana.

La medida permite el flujo de fondos y ayuda federal a las autoridades  locales. Obama también sostuvo un encuentro con funcionarios, incluyendo el  administrador de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus  siglas en inglés), Craig Fugate.

"En este momento, ya tenemos equipos y material listos para ayudar a las  comunidades que se hallan sobre el paso de la tormenta", recordó el mandatario  en su alocución.

"Seguiré asegurándome de que el gobierno federal está haciendo todo lo  posible por ayudar al pueblo estadounidense a prepararse y reponerse de esta  tormenta peligrosa", dijo el mandatario.

El 29 de agosto de 2005, Nueva Orleans fue asolada por Katrina con vientos  que superaron los 178 km/h y se convirtió en el huracán más mortal, al cobrarse  más de 1.800 vidas, y más costoso en Estados Unidos.

GOLFO DE MÉXICO EN ALERTA

Hay "una elevación importante del nivel del mar y de amenazas de inundación  sobre la costa norte del Golfo de México", dijo el CNH.

El CNH advirtió que el ojo de la tempestad llegará a la costa de Louisiana  entre la noche del martes (hora local) y la mañana del miércoles, precisando  que "los dispositivos de salvaguarda y de protección de bienes deben ser  rápidamente puestos en práctica".

Según las previsiones, la tormenta podría provocar un fuerte oleaje, con  olas de hasta 3,6 metros de altura en las costas del sureste de Louisiana y  Mississippi.

El gobernador de Alabama, Robert Bentley, ordenó evacuaciones obligatorias  en Mobile y Baldwin, sobre la costa del Golfo, mientras que el de Louisiana,  Bobby Jindal, recomendó evacuaciones voluntarias en la zona de vigilancia del  huracán, y urgió a la población a prepararse para lo peor.

"Si se encuentra en zonas bajas y está pensando en evacuar, hoy es el  momento de hacerlo", dijo Jindal el lunes.

"Si su plan es refugiarse en casa, hoy es día para abastecerse. Aliento  fuertemente a la gente a no esperar", agregó.

El estado de Mississippi activó a 1.500 efectivos de la Guardia Nacional el  lunes y Louisiana emitió órdenes a unos 4.100 soldados en previsión de la  llegada de la tormenta.

Asimismo, alrededor del 93% de la producción de crudo en el Golfo de México  está paralizada: ocho refinerías decidieron cerrar y 503 plataformas petroleras  evacuaron a su personal ante el avance de Isaac.

Una interrupción prolongada de estas refinerías en la región, en caso de  daños derivados por el huracán, se traduciría en una caída de los niveles de  utilización de crudo en el país, que sería susceptible de influir en el precio,  señalaron analistas de Commerzbank.