Pasó por el lado de Barbuda -isla que fue devastada por el paso de Irma esta semana-, sin causar daños. Pero el huracán José sigue siendo una peligrosa tormenta de categoría 4 que amenazaba a algunas zonas del Caribe. El huracán, que se ha debilitado en las últimas horas, pero mantiene vientos sostenidos de 230 km/h, seguía una ruta similar a Irma. Esta noche, sin embargo, las islas caribeñas de San Martin y San Bartolomé, ya golpeadas esta semana y destruidas en un 80% y 90%, se libraron esta noche de recibir la nueva tormenta. En efecto, y aunque preliminarmente se había decretado "alerta violeta" ante la inminencia del fenómeno, los temores se disiparon. "El centro de José pasó a cerca de 135 km de San Bartolomé y a 125 km de San Martin", según señaló Météo France. "Ya no hay ni nubes", comentó una periodista.
Ahora, sin embargo, existe un nuevo problema: la tormenta ha paralizado todo tipo de ayuda a las áreas más afectadas. Todo esto, en momentos en que los trabajadores de rescate aún no pueden evaluar el alcance real y las pérdidas que dejó Irma.
Muchos de los habitantes de San Martin y San Bartolomé se quedaron atrapados en la tormenta y no tienen agua ni comida. Los escombros aún deben ser despejados de las carreteras y las autoridades temen que el número de muertos aumente. Irma dejó al menos 25 muertos por su paso por el Caribe. De ellos, 10 y siete desaparecidos son de San Bartolomé y de la parte francesa de San Martin.
"He estado trabajando en el Caribe durante 10 años y esta es la primera vez que veo una situación como esta", dijo Raphael Hamoir, coordinador de emergencias de la Cruz Roja Francesa en la región al The New York Times. "Estamos hablando de la devastación causada por un huracán de categoría 5, y justo cuando estamos comenzando la operación de socorro, tenemos otro huracán", añadió.
Según la agencia metereológica francesa Météo France, el paso de José provocará "olas potentes, cuyos puntos más bajos alcanzarán entre 6 y 8 metros, fuertes lluvias tormentosas y ráfagas de viento de hasta 130 ó150 km/h", señala France Presse.
Las Islas Vírgenes de Estados Unidos y las Islas Vírgenes Británicas, junto con Antigua, advirtieron a sus ciudadanos sobre el huracán, mientras que Antigua y Barbuda decidió bajar la alerta este sábado por la tarde. Hasta anoche, San Martin, de 70 mil habitantes y San Bartolomé, de más de 9.000, aún estaban bajo el radar del huracán y preparaban para lo peor.
José amenaza con paralizar las comunicaciones aéreas, mientras que las marítimas ya están suspendidas, lo que dificulta las tareas de rescate. Según France Presse, el paso de dos huracanes "tan potentes" al mismo tiempo por el Atlántico no tiene "precedentes conocidos".
Los residentes se preocupan de que con la atención volviéndose a la Florida, los que viven en las islas devastadas serán olvidados por las autoridades.En San Martin se abrirán nueve refugios con capacidad para 1.600 personas durante el paso de José, según la ministra francesa de Ultramar, Annick Girardin.