Hyundai Motor Co. planea medirse en una pista de carreras alemana conocida como Green Hell que desde hace mucho es un terreno de pruebas para empresas como Porsche y Mercedes. El objetivo: lograr que los autos se adecuen mejor a los conductores europeos en momentos en que las ventas en la región parecen encaminarse a una desaceleración.

La automotriz coreana que, junto con su subsidiaria Kia Motors Corp., fue el grupo automotriz de más rápido crecimiento en Europa el año pasado, está construyendo un centro de investigación de 5,5 millones de euros (US$7,4 millones) en Nüerburgring, una pista de pruebas que se usó para íconos de las carreras como los autos de alto rendimiento de Porsche y el W25 Silver Arrow de Mercedes-Benz desde la década de 1930.

Las instalaciones tienen acceso directo a la pista bordeada de árboles, bautizada con el nombre de Green Hell por el legendario corredor Jackie Stewart. El centro de 3.050 metros cuadrados (33.000 pies cuadrados) tiene como objetivo ayudar a los ingenieros a refinar el manejo según los gustos europeos. La expansión es parte de un esfuerzo de Hyundai para hacer frente a la renovada competencia de Renault SA, Fiat SpA y el Opel de General Motors Co.

"A Hyundai le resultará cada vez más difícil mantener el ritmo de expansión en Europa", dijo Jürgen Pieper, analista de Bankhaus Metzler de Fráncfort. "Los riesgos están creciendo" conforme los rivales lanzan nuevos vehículos.

Las ventas de Hyundai y Kia treparon 12% en el debilitado mercado europeo el año pasado, conquistando una cuota combinada de 6,2% con una fórmula probada de bajos precios y garantías largas. Es similar a la estrategia que usó Toyota Motor Corp. en la última década antes de que su crecimiento en la región llegara a una meseta debido a los retiros de autos del mercado y la falta de un atractivo más amplio. La cuota del fabricante de autos japonés cayó de 5,4% en 2007 a 4,3% el año pasado, según el grupo del sector ACEA.

UN WON MAS FUERTE

En tanto la demanda en toda la industria probablemente caiga en 2013, Hyundai apunta a mantener su cuota antes de "volver a crecer el año que viene", señaló Allan Rushforth, director de operaciones de la división europea de Hyundai, en sus oficinas de las afueras de Fráncfort.

Sin embargo, conforme el ritmo del lanzamiento de modelos se frena, Hyundai prevé que las ventas europeas de su marca caerán 6,5%, a 415.000 autos en 2013. Esa sería la primera caída de las ventas anuales de la automotriz desde 2008.

La desaceleración de la región es parte de una tendencia mundial de la compañía con sede central en Seúl, que se ha visto perjudicada por el fortalecimiento del won coreano. La meta del grupo de un aumento de 4,1% en las entregas mundiales de 2013 sería la tasa de crecimiento más baja en siete años. Las acciones de Hyundai bajaron 21% desde que llegaron al nivel más alto en 52 semanas en mayo pasado.