En el marco de las indagatorias para determinar a los autores de los cerca de 90 bombazos que han afectado los últimos años a diferentes sucursales bancarias, comisarías y empresas, la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) realizó un catastro de todas las casas okupa de la Región Metropolitana.

Según el informe, actualmente, son 66 las viviendas que permanecen "ocupadas" mayoritariamente por jóvenes anarquistas, con el objetivo de realizar actividades "culturales y artísticas". De éstas, 32 están ubicadas en la comuna de Santiago, otras están en Maipú, San Miguel y La Cisterna.

Uno de estos inmuebles era frecuentado por el joven anarquista Mauricio Morales Duarte, quien el pasado 22 de mayo murió cuando la bomba que pretendía instalar le estalló, aparentemente, por una falla de manipulación. Algunas de estas casas están bajo vigilancia con la intención de buscar al cómplice de Morales que escapó al estallido. Hasta ahora, no se ha podido determinar la cantidad de jóvenes que forman parte del movimiento.

Tras un allanamiento practicado a la casa "La Idea", Investigaciones incautó cerca de medio kilo de pólvora.

Una fuente vinculada a la indagatoria sostuvo que si bien la gran mayoría de jóvenes denominados okupa no están vinculados a actos violentos, se ha detectado que en estas casas han buscado refugio algunos sospechosos de los atentados.

En diciembre pasado, Gustavo Fuentes Aliaga, un joven autodenominado anarquista y que era investigado por el caso bombas, apuñaló a su novia e intentó buscar refugio en uno de estos inmuebles antes de ser detenido por la policía.

Según el informe, parte de estas casas permanecen deshabitadas o son esporádicamente ocupadas por jóvenes.

METODOS
La muerte de Mauricio Morales generó que los grupos responsables de los atentados adoptaran medidas de resguardo para evitar una nueva falla.

A los pocos días del deceso del joven, comenzó a circular la carta de un anarquista identificado como Marco Camenisch, actualmente preso en Suiza. En ella detalló técnicas a los "amigos chilenos", para evitar accidentes en la manipulación de los explosivos.

El mensaje señala una serie de "trucos" para evitar un corto circuito y técnicas para manejar la mecha y demás partes de un artefacto explosivo. El objetivo sería, según el preso, ganar tiempo para evitar ser atrapado por la policía y evitar nuevas muertes

La carta fue detectada por la policía y se encuentra bajo investigación. De esta forma se pudo detectar que el "consejo" fue seguido al pie de la letra por  anarquistas chilenos.

El pasado 22 de junio en la noche, una bomba de un kilo de pólvora negra, contenida en un extintor, fue desactivada en las puertas de una sucursal bancaria ubicada en el Apumanque, en la comuna de Las Condes. El artefacto se había confeccionado siguiendo las instrucciones.

El fallido atentado se lo adjudicó el denominado "Grupo autónomo Mauricio Morales", el nombre del joven fallecido en mayo.