Se trata de una bacteria común, pero que puede causar estragos. Se ubica en la flora intestinal y, además de causar la diarrea, podría provocar cáncer de colon. Eso fue lo que desentrañaron científicos de la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore (EEUU), en un artículo publicado en la revista científica Nature. La enfermedad, cuya mortalidad se ha duplicado en 10 años en Chile, causa alrededor de mil muertes anualmente.
El patógeno Bacteroides fragilis es una bacteria anaeróbica (sobrevive sin oxígeno) que cuando reacciona con el ambiente es posible que se descontrole, señala Claudio Wainstein, cirujano coloproctólogo de la Clínica Las Condes. "Es una bacteria oportunista que se adquiere en el ambiente intrahospitaliario y que se manifiesta como un cuadro agudo de diarrea que se trata con antibióticos. De persistir, se mantiene una inflamación leve", complementa Mario Abedrapo, coloproctólogo del Hospital Clínico de la U. de Chile. Se calcula que la Bacteroides fragilis está presente en un 20 a 30% de los intestinos de niños y adultos.
CÓMO ACTÚA
La evolución hacia un cáncer es lenta. Tras el primer cuadro agudo de diarrea, la posterior inflamación del colon se presenta como un fértil caldo de cultivo en el caso de individuos con predisposición genética al cáncer. En unos 10 años se desarrollaría el proceso de colonización del intestino: la bacteria lo debilita con la formación de pólipos y tumores.
Así se vio en el experimento efectuado en ratones con genes predispuestos al cáncer. Se les inyectó una cepa tóxica de la Bacteroides fragilis y el resultado fue contundente: la diarrea se solucionó rápidamente, pero luego de una semana se desarrolló la inflamación en el intestino y más tarde aparecieron pequeños tumores en el colon.
Los investigadores señalaron que, de confirmarse esta relación entre el microorganismo y el cáncer, el hallazgo sería similar al de la bacteria Helicobacter pylori, que causa úlceras estomacales y se apunta como la causa de la mayoría de los cánceres de estómago. Desde que se estableció ese vínculo, las úlceras se han tratado con antibióticos.
El descubrimiento podría ayudar a un importante número de pacientes cuyo cáncer fue originado por condiciones que causan inflamación intestinal, entre ellas, el mal de Cröhn y la colitis ulcerosa. Otros factores de riesgo que aumentan el riesgo de cáncer son la predisposición genética, ser mayor de 50 años y, en menor medida, mala alimentación y sedentarismo.
Según el doctor Wainstein, con esto se abre una línea de investigación interesante. "Siempre existe un factor genético para el desarrollo del cáncer que se potencia con un factor exterior. Se ha estudiado la alimentación y, como en este caso, la acción de agentes externos, como bacterias".