En el marco de la celebración de sus 50 años, Gary Lineker concedió una entrevista a la BBC de Londres donde reconoció, entre otras cosas, que se defecó en pleno partido ante Irlanda en la fase grupal de la Copa del Mundo de Italia 1990.

El incidente ocurrió en la mitad de la cancha, cuando se jugaba el segundo tiempo del duelo que finalizó 1-1, con un gol de él. Hasta hoy, era uno más en la historia de los mundiales.

"No estaba bien, me sentía enfermo en el entretiempo. La pelota se estaba jugando en el sector izquierdo e intente barrerme para quitársela a alguien, me estiré y luego me relajé", reconoció el ex seleccionado inglés.

El goleador de los pross en ese Mundial, con cuatro goles en siete partidos, agregó que "afortunadamente esa noche llovió y me permitió hacer algo al respecto, pero fue complicado".

Por último, bromeó con el percance: "Nunca tuve tanto espacio en un partido después que hice eso".