El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, afirmó hoy que el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, "faltó gravemente a su deber de gobernante" al no apelar el fallo que permite el matrimonio entre dos personas del mismo sexo.
Bergoglio recibió hoy a Macri para tratar temas de agenda, pobreza y educación, entre otros, y puntualmente le recriminó que, al no apelar el fallo de la Justicia en lo contencioso administrativo sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, "había faltado gravemente a su deber de gobernante y custodio de la ley".
A la salida de la reunión, Macri reconoció que Bergoglio "no estaba de acuerdo" con que el gobierno porteño no apele la decisión de la Justicia y, a su vez, agregó que "la del cardenal esa es una visión del tema. Mi deber es garantizar la libertad de los ciudadanos independientemente de las creencias religiosas de cada uno".
A su vez, el mandatario porteño indicó que el dictamen de la Justicia "es una medida cautelar" y que el matrimonio gay deberá "discutirse en profundidad en las instancias judiciales correspondientes".
Durante la tarde, la oficina de prensa del arzobispado de Buenos Aires difundió un comunicado en el que cuestiona la decisión de la justicia al señalar que "la Constitución y los Códigos nacionales no pueden ser modificados por un juez de primera instancia". "En tal caso corresponde al mandatario del Ejecutivo tomar todas las medidas para que haya certeza de la legalidad del acto, que en este caso no la hay, y de allí surge la obligación de apelar".
Por su parte, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, se expresó en contra del casamiento gay: "El primer instinto que me genera la definición de matrimonio es vincularla con la familia, con la unión hombre-mujer".
A su vez, señaló que no desconoce "una realidad en la vida de muchas personas donde se dan situaciones de convivencia, de un fuerte vínculo sentimental" entre personas del mismo sexo y que tienen "todo" su "respeto".
De esta manera, Scioli sostuvo su postura en el debate que surgió luego del fallo inédito de la jueza Gabriela Seijas, quien el 13 de noviembre le ordenó al Registro Civil celebrar la unión de dos hombres (Alex Freyre y José María Di Bello), quienes habían presentado un recurso de amparo cuando desde la oficina pública les habían negado la fecha para realizar el casamiento.
Mientras tanto, la pareja gay concurrió hoy al hospital Muñiz de la ciudad de Buenos Aires, donde se le realizó la extracción de sangre para los exámenes prenupciales.
La semana pasada, Bergoglio ya había dicho que la decisión de la justicia "constituye un signo de grave ligereza y sienta un serio antecedente legislativo para nuestro país y para toda Latinoamérica".
La dura reacción de la Iglesia se debe a que el 1 de diciembre, Día Mundial de la Lucha contra VIH-sida, se celebrará en Buenos Aires el primer matrimonio entre personas del mismo sexo de toda América Latina, tras recibir la habilitación de la Justicia.