La Iglesia Católica brasileña reclamó hoy una "urgente e impostergable" reforma política en el país, como una de las medidas para evitar la corrupción en la esfera pública.
El documento fue divulgado por el Consejo Permanente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) y coincide con el clima político de este último año, en el que cinco ministros han renunciado por acusaciones de corrupción en el gobierno de Dilma Rousseff.
"Una reforma política urgente e impostergable es un camino seguro para impedir la corrupción y su abominable impunidad que erosionan las instituciones del Estado brasileño y la vida del pueblo", apuntó el documento.
El informe se conoce luego de la caída del quinto ministro por corrupción este año -el sexto en total en el gabinete de Rousseff-, Orlando Silva, de Deportes, acusado por una ONG de desvío de dinero público, en un episodio de 2006.
El presidente de la conferencia episcopal brasileña, obispo Raymundo Damasceno Assis, dijo en conferencia de prensa que la reforma política "dege ser una bandera de toda la sociedad".
El ex Presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su Partido de los Trabajadores (PT) impulsan una reforma política que impida la financiación privada de las campañas electorales y que sí lo hagan partidas de dinero público para esos fines.
"La sociedad brasileña no puede ser frustrada en su derecho. La CNBB manifiesta perplejidad e indignación en sintonía con el clamor de las marchas contra la corrupción" y llama a los parlamentarios "a poner efectivo empeño a una reforma política amplia y con participación popular", dice el texto. También advierte que si el Congreso no resuelve esta cuestión, lo hará el Poder Judicial.