La preocupación por el devenir de Venezuela, ante el agitado ambiente político y social que se vive hoy en ese país, mantiene al mundo preocupado y también a la Iglesia Católica, que recientemente mostró su intención de ayudar como mediadora.

"Estamos plenamente dispuestos a participar en cualquier esfuerzo que se haga para encontrar la paz. No tenemos más armas que la palabra para invitar a la gente a que deponga las actitudes violentas, la soberbia y la ira. Eso hay que sacarlo del corazón", manifestó hoy el arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Sabino.

LLAMADO A BAJAR NIVELES DE VIOLENCIA

El eclesiástico venezolano también emplazó al gobierno de Nicolás Maduro a exigir que las fuerzas de defensa sean menos agresivas, señalando que "hay muchos grupos armados que parecen no pertenecer a los cuerpos de seguridad del Estado, porque están actuando impunemente cuando el control de las armas la tiene el gobierno. El Gobierno tiene que meter en cintura a estos grupos", dijo al canal de noticias Globovisión, agregando que "las manifestaciones deben ser pacíficas pero cuando haya que custodiarla y contenerla tiene que hacerse sin excesos".

En la oportunidad, el cardenal Urosa también lamentó los decesos de personas en las movilizaciones contra el gobierno, en especial la muerte de la joven modelo Génesis Carmona. "No es posible que haya 10 heridos en Valencia y una muchacha muerta de una manera vil simplemente porque un grupo armado atacó una marcha", indicó.

El arzobispo dejó en claro que la Iglesia rechaza cualquier intento de perpetrar un golpe de Estado. "Eso sería una locura y un salto al vacío", advirtió. Sin embargo, afirmó que "los golpes de Estado no lo dan los muchachos en la calle, siempre los han dado los militares que tienen las armas para ello".