La Iglesia Católica en Brasil dijo no tener una idea clara de quien es la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff desde el punto de vista regligioso, "ella debe debe explicar mejor sus convicciones para que pueda avanzar el diálogo", fueron las palabras del arzobispo Joao Braz de Aviz, designado por el Papa como prefecto de la Congregación para Institutos de la Vida Consagrada.
Rousseff "asumió la posición del ex Presidente Lula (da Silva), algo que es imposible desde el punto de vista moral, Lula decía que él tenía posiciones personales contra el aborto, como hombre de fe y otra como Presidente, hombre de Estado", dijo el arzobispo. Y luego opinó que "las personas" no deben tener "dos" morales, una pública y otra privada.
Durante la campaña electoral de 2010 que llevó a Rousseff a la presidencia, obispos católicos instaron a no votar por ella por considerarla defensora del aborto.
"La posición de los obispos fue correcta" en la campaña electoral pero se prestó a interpretaciones equivocadas, señaló el arzobispo Braz de Aviz.
La nueva ministra de Derechos Humanos del gobierno, Maria do Rosario, expresó su apoyo a un proyecto de ley en el que se acepta la despenalización del aborto en algunas circunstancias.
Para el religioso está en marcha una "avalancha de propaganda a favor del aborto, hay un movimiento" que considera al aborto como un "un derecho humano".
Finalmente el arzobispo de Brasilia justificó la participación de la Iglesia en la vida política. "No podemos considerar que la experiencia religiosa se reduzca a la dimensión personal, por eso la Iglesia Católica está recuperando la atención política", dijo Braz de Azis al diario Folha de Sao Paulo.