Este viernes el Obispado de San Felipe confirmó la sentencia que condena al presbítero René Benavides Rives como culpable del delito de abuso sexual contra tres menores de edad.
Según un comunicado enviado por la Institución, el fallo es "definitivo e inapelable", por lo que se ha impuesto al sacerdote la pena expiatoria perpetua de expulsión del estado clerical, que es la máxima sanción dispuesta por el ordenamiento jurídico de la Iglesia.
El documento indica que a partir de esto "el señor Benavides no conserva el ejercicio del ministerio sacerdotal: no puede administrar sacramentos ni ejercer los derechos propios de dicho estado, como tampoco puede desarrollar otros encargos o actividades en parroquias, colegios y otras instituciones católicas".
Tras esto, el Monseñor Cristián Contreras pidió perdón a las personas que fueron víctimas de los delitos.