Luego de que el Colegio de Profesores se retirara de la mesa de diálogo que buscaba evitar el paro indefinido anunciado para mañana, el presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, manifestó lo inconveniente que resulta esta "medida de presión" para los alumnos de colegios públicos.

"Por legítimas que sean las demandas del profesorado no es bueno para el país que se cierren los caminos del diálogo ni que los medios de presión utilizados paralicen la enseñanza", afirmó monseñor, quien hizo hincapié en un "momento crítico" del año escolar.

El obispo de Rancagua, asimismo, manifestó que la iglesia observa con "inquietud" el conflicto entre el magisterio y el Ministerio de Educación que, añadió, "se mezcla con los discursos y expectativas propias de un tiempo electoral".

En este sentido, Goic conminó alcaldes, docentes y gobierno a retomar el diálogo, pues "si queremos una mejor educación, con profesores y asistentes dignamente remunerados, debemos salvaguardar primero el derecho de las familias a que sus hijos reciban esa educación".

"En particular, solicitamos a los dirigentes del Magisterio reconsiderar su decisión de cesar las actividades docentes", enfatizó.

Este nuevo paro de actividades de los docentes de la educación pública amenaza con la preparación de los alumnos de IV medio para la PSU y la rendición de la prueba Simce.

En este escenario, los alcaldes estudian presentar un recurso de protección para garantizar las realización de clases y así el término del año escolar.