Pasado este mediodía, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal monseñor Alejandro Goic, leyó una declaración pública a nombre de la Iglesia por la denuncia por abuso sexual contra el ahora ex obispo de Iquique, Marco Antonio Ordenes.
"Este dolor cobra un carácter singular al ser el acusado un obispo", dijo Goic.
En la carta desarrolló la idea e indicó que "lo que vivimos nos estremece y conmueve. Ante todo por la sola posibilidad de una herida causada a personas por parte de un ministro de la Iglesia. Pero este dolor cobra un carácter singular al ser el acusado un obispo, llamado a ser buen pastor y servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza del mundo".
Por su parte, el vocero de la Conferencia Episcopal, Jaime Coiro, llamó a la comunidad de Iquique a "confiar en las instancias que están esclareciendo estos hechos, tanto en el fuero canónico, como en el fuero civil y penal".
"La situación en materia canónica sigue su curso en la Santa Sede", agregó. Coiro recalcó que "no hay aquí ninguna victimización y los obispos quieren dejarlo en claro a través de esta declaración".
En cuanto a la investigación civil, expresó que "lo que la Iglesia ha procurado en materia de denuncias por abuso sexual de menores es favorecer la mayor colaboración con las instancias pertinentes de la justicia penal, por lo tanto es lo que corresponde ahora". "El puede ejercer su ministerio sacerdotal, pero no tiene ninguna función de gobierno en la arquidiócesis", precisó.
El Vaticano informó esta mañana que aceptó la renuncia al cargo del sacerdote, ante lo cual nombró un administrador apostólico de Iquique.
Ante este hecho, Goic sostuvo que "monseñor Pablo Lizama, nombrado administrador apostólico sede vacante de Iquique, expresamos nuestra especial cercanía y oración. A través suyo, nos unimos a las intenciones de todos los fieles en esa querida diócesis".