¿Qué evaluación se puede hacer de la primera semana de paralización en Escondida?

El principal problema de la huelga en Escondida es que durante una semana, prácticamente, no se ha conversado. Por lo tanto, y como en cualquier conflicto, siempre es importante que las partes se sienten en la mesa para poder llegar a un posible acuerdo respecto de la negociación. Esta semana no se han juntado, por eso creo que es muy importante si las partes vuelven a reunirse.

¿A pesar de que solo han pasado siete días?

No hay ninguna posibilidad de llegar a un acuerdo sin que existan conversaciones entre las partes. Y ese es el problema del proceso de huelga, que es difícil tener una conversación, a menos que sea con los buenos oficios de la Inspección del Trabajo.

¿Cree que es factible que los trabajadores puedan resistir 60 días en huelga, como lo han anunciado?

Eso es factible. La verdad es que uno o varios sindicatos, cuando se preparan para un escenario conflictivo, pueden disponer de recursos financieros suficientes para afrontar una huelga larga. Sin embargo, creo que este escenario no es deseable para ninguna de las dos partes, ni para los trabajadores ni para la empresa.

¿Cuál es la importancia de una mina como Escondida para el país?

Escondida produce algo más de un millón de toneladas al año de los cinco millones y medio de toneladas que produce Chile al año. Por lo tanto, el impacto es bien fuerte no solo a nivel nacional, sino también a nivel internacional. Si nos ponemos en un escenario donde Escondida puede estar parada por un mes, son prácticamente 100 mil toneladas de cobre fino que se dejan de producir. Eso sin duda puede provocar un importante impacto a nivel de mercado. Hasta la fecha, se supone que teníamos un pequeño superávit en el mercado del cobre mundial, con una oferta mayor que la demanda. Con una huelga en Escondida, podemos pasar rápidamente a un déficit. Puede tener un impacto importante también a nivel de la producción nacional.

¿Cómo ha reaccionado el gobierno al convocar a las partes a una mediación oficiosa?

Yo creo que el gobierno está haciendo lo que tiene que hacer. El Ministerio del Trabajo, a través de la Inspección del Trabajo, está preocupado del tema y han invitado a las partes a conversar para llegar a algún tipo de acuerdo. Pero finalmente es un tema entre privados, por lo tanto, depende de las voluntades de las dos partes el poder alcanzar un acuerdo.

¿Qué le parece la estrategia de los trabajadores, que consiste en reunirse con tres ministros en Santiago?

Es parte de lo que hacen los sindicatos, y creo que en ese sentido no hay que negar la opción que tiene un sindicato de reunirse con algunos actores del gobierno. Ahora, la empresa también tiene la misma opción. Pero finalmente es un conflicto entre privados que tiene que solucionarse entre las dos partes que se sientan en la mesa.