Considerando las tensiones experimentadas al interior de la Nueva Mayoría por la tramitación de la reforma sobre fin al lucro, copago y selección y las nuevas iniciativas que se avecinan,  el presidente de la Democracia Cristiana, senador Ignacio Walker, llama a proyectar el cambio educacional en el "aula de clases". En este sentido, asegura que su partido tiene la voluntad de "ayudar" al ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, quien esta semana enfrentó peticiones de renuncia desde el mundo estudiantil.

Luego del despacho del proyecto de inclusión (término del lucro, copago y selección), ¿qué espera usted de la reforma educacional para el próximo año?

Nosotros somos firmes partidarios de la reforma educacional, no hay dos opiniones al interior de la DC en esto. Tengo confianza en que vamos arreglar el tema del lucro, copago y selección, pero eso es sólo un aspecto de la reforma. La educación se juega en el aula de clases, los profesores y los directores, ahí no hemos llegado aún, la reforma educacional no ha llegado al aula de clases. Llevamos 8 meses hablando de compra, venta, arriendo, comodato, avalúo fiscal, patrimonio, infraestructura y llegamos, incluso, al despropósito total de hablar de cárcel para el lucro. Por ahí no va la cosa, la carrera docente es el próximo gran paso y ahí tenemos una gran oportunidad.

¿A qué refiere con arreglar el tema del lucro?

Este proyecto ha sido rebautizado y en buena forma. Ahora el ministro Eyzaguirre habla de inclusión y eso está muy bien porque tenemos un sistema muy segregado, con la anomalía inédita de selección y lucro con fondos públicos. Una reforma educacional no puede ser una hoja en blanco, en otras palabras, un ejercicio de pizarrón, tiene que hacerse cargo de la realidad, de las personas, de las familias, de la clase media. No puede ser que la imagen que proyecte la reforma educacional es que éste sea un tema de gestión inmobiliaria y yo creo que el ministro ha entendido este tema. Nosotros en la DC queremos ayudar al ministro Eyzaguirre, pero eso supone que él se deje ayudar.

¿Y no se ha dejado ayudar?

Se ha ido abriendo a las sugerencias que le hemos hecho. El gobierno presentó 31 páginas de indicaciones en la Cámara, respecto de un proyecto que inicialmente era de 25 páginas. Muchas de esas indicaciones recogieron algunas de nuestras sugerencias. Lamento, eso sí, que se haya enredado en la Cámara.

¿Por qué?

Desgraciadamente nos fuimos por la pendiente producto de muchas indicaciones que son legitimas, pero equivocadas. Parecía que el centro de discusión era si iban a la cárcel o no los que lucraban y eso es un despropósito completo. El lucro ha llegado a convertirse en un fetiche ideológico, en la encarnación de todos los males incluso con ribetes religiosos, pareciera que es un asunto pecaminoso y obviamente no es la idea. Los 7 senadores y los 22 diputados de la DC no queremos imponer nada, pero queremos flexibilizar los mecanismos, por ejemplo, en materia de los bienes, e infraestructura, con un abanico de opciones; compra, venta, arriendo, usufructo, leasing, donación, lo que fuere para asegurar que aquí no va haber un menoscabo patrimonial a los actuales sostenedores.

Se decía que el proyecto desconfiaba de los sostenedores.

Evidentemente que en la forma en que se presentó este proyecto hubo un estereotipo. Se creó una imagen de que los sostenedores eran unos sinvergüenzas, que los padres y apoderados eran unos incautos que no sabían elegir el colegio para sus hijos y que los profesores eran ineptos. Mucha gente me ha dicho "usted tiene que arreglar esto". Afortunadamente ese lenguaje cambió y veo al ministro Eyzaguirre en otra actitud y en otro lenguaje.

De reponerse la indicación que penaliza el lucro en la Cámara Alta. ¿Cómo lo votarán los senadores DC?

No hemos tomado una definición, pero no veo ningún ambiente en la bancada de senadores de la DC para aprobar la indicación de cárcel para el lucro, yo creo que eso fue un divertimento. Y quiero decirlo con más claridad: la DC no va abandonar a la clase media, no vamos abandonar a la educación particular subvencionada que representa el 55% de las matriculas. Y esto no es un ultimátum, pero la DC va a hacer sentir su peso parlamentario.

La oposición ha sostenido que esta reforma debe rectificarse. ¿Qué está dispuesta la DC a revaluar?

Sin comprometer los objetivos, somos partidarios de flexibilizar y revisar los mecanismos porque ahí ha habido un enfoque, una formulación desde un principio que ha estado muy volcada al viejo tema del materialismo histórico, de los incentivos completos, de la compra, la venta, el arriendo, el comodato, la infraestructura, y eso obviamente que nos ha desviado de lo que es la esencia de la reforma educacional: entrar al aula de clases. ¿Cómo vamos a entrar al aula? Construyamos un acuerdo sobre carrera docente que sea atractivo, incluso para el sector privado. Tal vez debimos haber empezado por la educación pública, el financiamiento de la universidad, carrera docente. No lo hicimos... En fin, nunca es tarde, y el ministro ha anunciado que estos proyectos vienen.

El ex ministro Edmundo Pérez Yoma criticó el manejo político de la reforma educacional. Usted lo apoyó y al otro día matizó sus dichos...

Soy experto en matizar (risas). Edmundo dijo unas cuántas verdades sustantivas y tiendo a compartirlo. Lo que aclaré es que son opiniones personales y no reflejan necesariamente la opinión de la DC.

El senador Fulvio Rossi acusó que sectores de su partido están vinculados "al negocio de la educación". ¿Es cierto?

Esa es una ofensa gratuita, nosotros no defendemos intereses particulares. Distinto es que haya personas democratacristianas, como las hay en el PPD o en el PS, que están en la sociedad civil. Es evidente que son emprendedores, y están en la educación. Y yo digo a mucha honra, ¿Cuál puede ser el problema? Espero que el senador Rossi revise su concepto en esta materia, yo lo considero ofensivo.

En su partido ven como una posibilidad cierta que Gutenberg Martínez, principal crítico del gobierno dentro del oficialismo,  postule a presidir el partido. En ese sentido, ¿a qué se atendría la Nueva Mayoría?

He tenido el honor de conducir al partido durante más de cuatro años. Marcando nuestros puntos de vista, con respeto y sin arrogancia. Y siento la satisfacción de que la línea política del partido hoy día es asumida por todos. Entonces, a mí más que la persona que vaya a encabezar la directiva, me interesa que esta línea política, que yo considero que es la adecuada, se profundice y se proyecte hacia el futuro. De un partido que basa su acción en esta identidad sin complejos.

La DC ha tendido puentes con RN por la reforma educacional. Es parecido a cuando la derecha apoyó a Frei Montalva en 1964. ¿Se podría reeditar esta alianza?

Es muy prematuro decirlo. Evidentemente que la oposición está tratando de articularse después de una derrota. Como DC seguiremos tratando de articular estos acuerdos. ¿En qué terminará esto el año 2017?  No sabemos, pero si le podemos asegurar que la DC va a definir una opción presidencial. ¿Cómo? ¿En qué términos? No sé.

Se ha informado que usted estaría disponible.

Yo he dicho que mientras sea presidente del partido, no tengo agenda propia. Y hasta el 21 de marzo lo voy a mantener a la letra.

Marzo está a la vuelta de la esquina.

Cada día tiene su afán.

Respecto al aborto terapéutico, legisladores del oficialismo han reactivado mociones parlamentarias al respecto, adelantándose a la agenda del Ejecutivo.

He visto un afán de protagonismo innecesario, artificial, voluntarista, de ciertos diputados y senadores que quieren impulsar a cómo dé lugar esta votación. Yo digo que la votación debe estar presidida de un buen debate, de una buena conversación. Y por lo tanto llegará el momento de discutir el mal llamado aborto terapéutico, en los tres casos que conocemos. Pero yo también soy partidario del principio de la prudencia. Cuando tenemos tantos flancos abiertos, me pregunto si este es el momento, con una actitud proactiva del gobierno para inducir esa discusión, o si no será mejor, por ejemplo, basar esa discusión en una moción parlamentaria más que en un proyecto de ley.

¿Mejor aplazarlo para el otro año?

Yo tiendo a pensar que es mejor hacerlo el próximo año, al igual que el tema sobre la nueva Constitución. A esos dos temas yo les veo más cara de 2015. Tenemos demasiados flancos abiertos con una cierta sensación de improvisación, de desorden, con algunas voces de incertidumbre que confunden.