El Real Madrid aterrizó el sábado en Los Angeles para iniciar su viaje de pretemporada por Estados Unidos, donde estará hasta el 12 de agosto y se enfrentará al Galaxy, al Santos, al Milan y al Celtic de Glasgow, ciudad en la cual su capitán, Iker Casillas, habló sobre el presente del equipo y las posibilidades de alcanzar la décima Liga de Campeones, uno de los grandes objetivos del plantel para la temporada venidera.

En el primer entrenamiento de los merengues, el técnico portugués José Mourinho estableció distintos ejercicios donde se combinaron pruebas físicas y juego con balón, y que estuvieron acompañados por un numero importante de aficionados.

Casillas, Ramos, Albiol, Arbeloa, Xabi Alonso, Cristiano Ronaldo, Coentrão, Pepe, Özil y Khedira se ejercitaron por primera vez con el resto de sus compañeros en la pretemporada de la que habían estado ausentes con permiso del club tras alcanzar las semifinales de la pasada Eurocopa, en la que volvió a vencer la selección española. Otros, como los argentinos Higuaín y Di María, así como Lass, Granero, Varane y Callejón, tuvieron un entrenamiento especial bajo la tutela del preparador físico Carlos Lalí.

Al término de la sesión, Iker Casillas atendió a los medios de comunicación y se mostró ilusionado ante una temporada a la que dijo que el Real Madrid llega tras dos años en los se ha conseguido crear "un equipo prácticamente nuevo" que "se merece una Copa de Europa".

"Creo que los pasos que se están dando son los que hay que dar", afirmó el capitán, quien alabó el trabajo de Mourinho, señalando que "es una persona comprometida, que le ha dado un giro total a la entidad, al equipo, ha sacado lo mejor de cada jugador, quitar esos temores que teníamos de venir de temporadas en las que no ganábamos nada y creo que el club acertó plenamente en contratar al míster para el Real Madrid".

Casillas también tuvo palabras de elogio para el posible refuerzo blanco, el centrocampista croata del Tottenham Luka Modric, y no dudó en que el jugador llegará al Real Madrid si el club y el entrenador lo deciden así, algo que contrasta con el presente de un actual miembro del club, el brasileño Kaká, quien si bien viajó con el resto del equipo a  Los Ángeles, su continuidad como jugador blanco está en el aire.

El capitán del Madrid y la selección española tuvo palabras para su actual compañero, sobre quien expresó que "es un ejemplo para todos nosotros y queremos lo mejor para él", agregando que "está claro que para un jugador de su talla no es fácil y cómoda la situación por la que pueda estar pasando", mostrándose dispuesto a "ayudarle" a pasar el trance.

Finalmente, y tras ser consultado sobre sus opciones al Balón de Oro, Iker Casillas reivindicó el papel de los guardametas en el fútbol, un deporte "colectivo" y en el que no solo "se juega con los pies", pero que le parece "justo reconocer que un portero también es partícipe de este juego".